Camino ya de casa, Alberto Iñurrategi ha relatado con detalle la ascensión de los cinco miembros del grupo a la cumbre del G-IV. Lo primero que ha querido dejar bien claro es que se quedaron en la cumbre secundaria de la montaña, en la cima norte de 7.910 metros de altitud y separada de la principal (7.925 m.) por una arista de unos 300 metros de longitud.
Las informaciones iniciales, recogidas de las escuetas notas publicadas en la web de Ferrán Latorre (trasladado en helicóptero a Skardú para tratar sus heridas, que no revisten gravedad), se referían escuetamente a que habían lacanzado la cima de la montaña, aunque en el gráfico que acompañaba la información se veía que era la cumbre Norte.
Alberto Iñurrategi despeja ahora cuqluier atisbo de duda y recuerda que ” hemos llegado hasta la cumbre norte, no hasta la principal. Ése era nuestro objetivo, pero después de doce horas escalando ininterrumpidamente, y cuando digo escalar me refiero al sentido literal de la palabra, llegamos a la cima norte a las cuatro de la tarde y seguir hasta la principal era tentar mucho la suerte. El cansancio acumulado y la hora que era nos llevó a tomar la decisión de forma unánime. Fue una pena, pero era la única decisión posible. La cumbre principal se veía cerca y el terreno no parecía muy complicado, pero era tarde y estábamos muy justos de fuerzas. Un vivac hubiese sido inevitable y sus consecuencias, imprevisibles en el estado en el que estábamos”. La ascensión les llevó doce horas de actividad, y el descenso al campo IV otras cuatro, para completar una jornada de cumbre de 18 horas.
Y es que si por algo recordará lberto Iñurrategi esta montaña es por su dureza. “Desde luego, es la montaña del Himalaya en la que más he tenido que escalar, además de la nieve que había. Muchísima. En muchos momentos teníamos que abrir huella con nieve hasta la cintura, con el desgaste que implica”.
Sin embargo, y pese a esa pequeña decepción de no llegar a la cima principal, “la sensación que no ha quedado es la de haber hecho cumbre”, explica Alberto por teléfono vía satélite.
Pese a todo, Alberto, José Carlos Tramayo, Juan Vallejo, Mikel Zabalza y Ferrán Latorre se pueden dar por satisfechos. Es la sexta expedición que corona la montaña en toda su historia, de las cuales sólo tres llegaron a la cima principal.
En la fotografía, de la agencia EPA, se distinguen las dos cumbres del G-IV. La norte es la de la izquierda y la principal, la de la derecha.