Ya eYa está. Se acabaron las especulaciones, la dudas. Llega la hora de la verdad. Ya hay fechas para el ataque a cumbre. En realidad para los ataques a cumbres si tenemos en cuenta también al resto de expediciones y alpinistas españoles presentes en este campo base del Everest y el Lhotse.
El día es el próximo día 21, jornada de reflexión electoral en España, para más Inri. Después de dar muchas vueltas a los partes meteorológicos parece que es la mejor fecha. el viernes tampoco es malo, y así lo han entendido Isabel García y Roberto Rodrigo, además de castellano Miguel Ángel Pérez, que hoy mismo parten hacia la cumbre del Lhotse. Pero el resto han optado por el sábado, incluidos todos los demás que van al Lhotse, encabezados por Juanito Oiarzabal, y Unai Llantada, que va a intentar el Everest con oxígeno.
Edurne Pasaban y sus compañeros entre ellos. La decisión es delicada para los cuatro alpinistas de la expedición de Endesa, ya que ir sin oxígeno supone un plus de riesgo en el que hay que calibrar al milímetro factores como el viento o la posibilidad de que nieve. 20 o 30 km/h de velocidad del viento en la jornada de cima es asumible si se asciende con bombonas de oxígeno, pero si se hace a pulmón libre es un suicidio. Por eso la opción final ha sido el 21, porque el viento que da Victor Baia no llega a 10 km/h, aunque haya más posibilidades de que nieve.
El hecho de que tengan ya fecha decidida y de que además sea tan próxima se ha notado en el ambiente del campo base. No sé si la palabra es tensión, pero algo raro flota en el ambiente. Ya solo se habla de los planes para el ataque a cumbre, de lo que tienen que subir o no, de lo que tienen que hacer allí arriba, de lo que puede pasar o no el día de cumbre. Todos saben lo que hay en juego -sus vidas- y se les nota más reservados, como interiorizando los que les espera. A Edurne le han ido hoy a hacer una entrevista, la énesima desde que ha llegado aquí y ha reclamado un poco enfadada algo de intimidad estos dos días antes de partir. Nacho y Ferran se han ido cada uno por su cuenta toda la mañana a dar un paseo montañero. Y Asier también se ha ido, acompañado por el doc, a soltar adrenalina y músculo.
Lo dicho, se respira esa sensación de que lo importante ha llegado. Lo que para mi significa más trabajo. Además de las crónicas del día tengo que ir preparando todo lo que va a ir el día de cumbre. Y me paso el día escribiendo. Como ayer ya comenzaron a hablar del 1 como la fecha elegida y me imaginaba lo que me espera esta semana, decidí estirar los músculos y seguir a los alpinistas hasta las proximidades del campo base del Pumori, donde han encontrado un buen sitio para hacer boulder. Pero claro, mi ritmo no es el suyo, así que cuando llegué al desvío del Pumori ya les había perdiod la pista, y como no vi claro el camino, di un paseo solo y me volvi tranquilamente al CB. Dos horas y media de caminata a mi aire que me supieron a gloria y que me permitieron, además de disfrutar de una vistas impresionantes del Everest (que no se ve desde el CB), recoger algunas piedras de recuerdo para unos cuantos amigos.
Cono cimero del Everest. La arista de la derecha será por la que ascenderán los alpinistas el sábado.