Alex Txikon llega a casa mañana. Las ganas han quedado evidenciadas en el rapidísimo descenso desde el campo base del Gasherbrum 1 hasta la ciudad de Skardu, la puerta de acceso al Karakorum. Allí, por primera vez en dos meses, se pudo dar una ducha, se afeitó y durmió en una cama. Pequeños hábitos diarios para el común de los mortales pero que en los alpinistas producen un placer indescriptible solo comprensible para los que acumulan la experiencia de haber vivido en un campo base durante un largo periodo de tiempo. No digo nada si además ha sido en invierno.
Y por si quedaba alguna duda, Alex ha dejado las cosas claras respecto a sus futuros proyectos. Además de confirmar que en verano volverá al Baltoro para intentar escalar el Gasherbrum 2 y el K2, el próximo invierno tienen una nueva cita con el Gasherbrum 1. Su objetivo será “terminar lo que hemos empezado este invierno”. O lo que es lo mismo, completar la apertura de la nueva vía por la cara sur y conseguir la primera ascensión al G1 o Hidden Peak.
El anuncio público del proyecto a un año vista tiene una explicación muy clara: durante el vuelo entre Skardu e Islamabad, Los tres alpinistas del ‘ABC Team’ coincidieron con los miembros de la expedición polaca que ha estado en las mismas fechas intentado la primera invernal al Broad Peak, quienes les aseguraron que el invierno que viene iban a intentar el G1 por donde ellos lo habían hecho.
El comentario dejó atónitos y bastante enfadados a Alex, Gerfried Göschl y Louis Rousseau. Evidentemente, ni las montañas ni sus rutas de escalada tienen dueños, pero una ley de cortesía no escrita del alpinismo otorga siempre la preferencia en un vía a quienes ya lo han intentado por ella o han declarado su intención de hacerlo. Otras cosa es que el ‘ABC Team’ hubiese manifestado públicamente su renuncia a volver a intentar esa vía. Pero está claro que no es el caso. “Al menos nos podían haber preguntado si teníamos pensado volver a intentarlo, pero nada de eso. Nos dijeron que lo iban a intentar y punto”, explicaba Alex desde Islamabad a punto de coger el vuelo de vuelta a casa.
Además, el estilo que emplea el grupo liderada por Artur Hajzer en sus expediciones dista mucho del ligero y casi alpino de Alex y sus compañeros, lo que también supondría quebrantar la filosofía misma planteada por el ‘ABC Team’ para su invernal en el G1. Para su intento al Broad Peak, el grupo polaco llevó botellas de oxígeno, cerca de 200 porteadores, una veintena de ellos para equipar los campo de altura, y el grupo propiamente de la expedición estaba formado por una decena de alpinistas que se iban turnando en la ascensión con disciplina militar. Un estilo mucho más cercano al de las primeras conquistas de los ochomiles en los años cincuenta que al ligero y con pocos alpinistas (y por supuesto sin oxígeno ni porteadores) que la vanguardia del alpinismo mundial lleva a cabo hoy en día.