La abundancia de lluvias y las inusuales altas temperaturas de estas fechas han hecho que los montes del Bierzo estén llenos de setas. Comestibles y venenosas, incluso mortales. De hecho, un matrimonio octogenario de Camponaraya y su hijo de 50 años permanecen ingresado desde el 24 de noviembre en el Hospital del Bierzo por haber ingerido una Amanita Phalloide.
Según fuentes del centro sanitario, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) permanecen ingresados aquejados de una grave hepatopatía las dos personas más mayores. Su hijo, de 50 años, superó la afección más grave de su hígado y se encuentra ya en planta de medicina interna.
Los vecinos de Camponaraya dicen que eran ¿conocedores de las setas?, pero que en este caso confundieron la seta más venenosa de los bosques del Bierzo, la citada Amanita phalloides, presumiblemente con una lepiota de pequeño tamaño (Lepiota helveola o similares), igualmente venenosa mortal. Curiosos conocedores. La Amanita tiene el sombrero de color verde oliváceo, aunque también puede ser amarillo e incluso blanquecino, y sus láminas son blancas y en ocasiones con reflejos verdosos. La Lepiota helveola tiene el aspecto de una Macrolepiota procera pero en pequeño. Forma parte de las Lepiotas Bruno-incarnatas, todas venenosas. Es de tamaño muy pequeño, llega alcanzar los 8 cm. de altura. Su carne se vuelve rojiza al cortarla. Su intoxicación provoca síntomas parecidos a la Amanita phalloides.
El experto veterinario y responsable de la principal asociación micológica del Bierzo, M. B., cuenta que la lepiota venenosa suelen confundirla en Castilla y León con champiñones (agaricus). En cambio la Amanita phalloides se puede confundir con algunas especies como la rúsula de color verde (Russula virescens), pero esta última «no tiene ni volva ni anillo». La Amanita verna (color blanco) con el Agaricus arvensis (el popular champiñón), seta comestible de color blanco, «que tienen anillo, pero no volva, y sus láminas son rosadas, aunque, con el tiempo, viran a marrón oscuro».