Ya está aquí, un año más, y van 18, la Marcha BBK al Pagasarri. Esa increíble procesión al monte bilbaíno que muchos, muchísimos, han convertido ya en una verdadera tradición navideña (y algunos otros, la única ocasión en todo el año en la que van al monte). Este año, Juanjo San Sebastián, ‘alma máter’ del evento, ha anunciado una serie de novedades encaminadas a mejorar la atención a los participantes y, sobre todo, evitar las siempre incómodas colas que se forman en las campas para coger el regalo (este año un bonito polo de rugby de color rojo con puños y cuellos blancos y el bocadillo.
Este año, al menos, el tiempo parece que va a a compañar, ya que la previsión meteorológica anuncia un espléndido día soleado para el domingo. Tal previsión ha llevado a aventurar a Juanjo un posible récord de participación, establecido en casi 11.000 personas. Precisamente, para atender a toda esa gente, los organizadores han duplicado la superficie dedicada a las carpas donde se entrega el regalo y se sirven los bocadillos y las bebidas. Esperemos que la medida surta efecto, porque hasta ahora esos momentos se han revelado como los puntos débiles de la organización. De todas formas ¿hay algo más bilbaíno que subir a 10.000 personas al Pagasarri, darles un regalo e invitarles a un bocata y un ‘pote’? Pues eso.
Otro aspecto en los que la organización ha puesto todo su esmero es en el montaje y desmontaje de las campas en el menor tiempo posible con el fin de molestar lo menos posible a los habituales del Pagasarri, algunos de los cuales en ediciones anteriores han hecho llegar a la BBK y a medios de comunicación su malestar por el tiempo que tardan en montarse y desmontarse los mecanotubos, con el impacto visual y las molestias que ello implica. “De todas formas, quiero pedir expresamente disculpas a los habituales del PAgasarri que vean invadido su espacio estos días”, explicó ayer un Juanjo San Sebastián especialmente sensibilizado con este tema.
La nota triste de esta edición será la ausencia del veterano alpinista Alberto Vesga (82 años, en la foto, en la edición de 2004)). Por primera vez en los 18 años de Marcha, su delicado estado de salud le ha impedido elaborar el recorrido. Si estarán otro ilustres alpinistas, más contemporáneos, habituales de la subida, como Alberto Iñurrategi, José Carlos Tamayo o Jon Lazkano, al os que este año se ha sumado Sebastián Álvaro, director de ‘Al Filo de lo Imposible’, que no ha querido poner fin a su etapa como director del programa sin vivir en directo la Marcha, que ostenta el récord de ser la subida montañera más numerosa que se organiza en España.
El recorrido de este año, de poco más de 11 kilómetros de largo es el más popular hasta el barrio de Igertu (barreras) y la fuente de Zapaburu. Tras la ‘cuesta del silencio’, el itinerario sigue por la pista de Artabe hasta el collado de Pastorekorta, donde coge la ‘cresta del gas’ hasta la cumbre. Un recorrido muy bonito, sobre todo en su tramo final, que llevaba más de diez años sin realizarse en la Marcha.