¿Mandeeeeee? Seguro que esa es la primera impresión que se ha llevado el lector al leer el título. ¿Cómo puede ser? ¿Quizá el efecto de la deflación? Frío, frío. Eso aún está por ver. ¿Quizá acaso como consecuencia de la desastrosa marcha de las empresas, que han perdido buena parte de su facturación? Frío, frío. Eso también puede pasar, pero de momento es una incógnita.

Lo que ya se puede dar como seguro –y a las malas noticias lo mejor es ir adaptándose con tiempo, porque así parece que el impacto está descontado cuando se produce de forma efectiva- es que Hacienda nos va a bajar el sueldo a partir de Enero.

A saber. El próximo sábado, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero desvelará –al menos así está previsto- los detalles de su subida de impuestos. Unas semanas más tarde conoceremos qué va a pasar en Euskadi al respecto, ya que la capacidad normativa en materia de impuestos directos –el IRPF lo es-, corresponde a las diputaciones. Y también nos van a subir los impuestos. Pues bien, aunque hay muy pocas cosas claras en esta materia, al menos una de las opciones parece confirmarse, a uno y otro lado del Ebro. La deducción lineal de 400 euros, que se aplica desde enero de 2008, desaparecerá.

Vayamos a las consecuencias prácticas inmediatas. En el País Vasco, la introducción de ese “descuento” en el IRPF se acompañó de una rebaja en las retenciones mensuales que se aplican mensualmente a asalariados y pensionistas. El objetivo, con toda lógica, era adaptar esas retenciones mensuales a la declaración de Renta, que se realiza en la primavera del año siguiente. El ajuste se realizó mediante la rebaja de un punto en la mayor parte de los tramos de retención. En algunos casos, el de las rentas bajas, incluso más. Así las cosas, lo que Hacienda nos dio, Hacienda nos lo quita.

Resultado: A partir de la nómina de Enero, Hacienda nos bajará nuestro sueldo el 1%. Y las desgracias nunca vienen solas. Atentos a las próximas noticias, que la factura va a ser más abultada.