Era inevitable, por mucho que el gabinete de Juan José Ibarretxe se empeñase, un día tras otro, en asegurar que el País Vasco era un oasis en medio de un desierto y que a nosotros no nos iba a llegar este virus.
Tampoco vale de mucho esa cantinela de que el País Vasco está mejor que la media española. Es cierto, pero también España está mejor que Alemania y eso no nos consuela. Menos aún a los ya más de 4 millones de parados.
La recesión ha llegado. Que sea por poco tiempo.