Estas dos operaciones pueden resultar un oasis en un desierto que sólo deja ver arena en el horizonte e incluso pueden engañar al transeúnte. Telefónica es una de las empresas que mejor han transitado hasta ahora por esta crisis, en parte porque el sector de las telecomunicaciones ha sido uno de los que menos ha sufrido el descenso de la demanda y también porque la globalización y su presencia en mercados pujantes –es el caso de Brasil- le han permitido mantener una cuenta de resultados en positivo. Las últimas noticias apuntan a que, a pesar del veto del Estado portugués a esta operación, -las acciones de Vivo están en manos de Portugal Telecom- Telefónica no se rinde y negocia ya la obtención de un crédito de 8.000 millones de euros. ¿Quién dijo que hay problema de crédito?
Desgraciadamente va a ser necesario que pasen muchos meses para comprobar si estas dos operaciones corporativas significan el principio de la recuperación, el despertar de las fusiones y adquisiciones empresariales o son, simplemente, las excepciones que confirman la regla. En los últimos días son numerosas las fuentes que pronostican una nueva recaída de la economía europea en la segunda mitad del 2010. Los problemas que aún persisten en el sector financiero; el final de algunas medidas de estímulo, como es el caso de los planes renove, especialmente en el sector del automóvil; la contención del gasto público en un momento en que el consumo privado no acaba de tomar el relevo y el aumento de impuestos, como ha sucedido en España esta misma semana con la subida del IVA, componen una partitura complicada.