Hace mucho tiempo establecí mi particular clasificación de las profesiones menos apetecibles, más esclavas, ingratas y desagradecidas, además de coincidir con las peor remuneradas. A la cabeza de ese ‘hit parade’ coloqué aquellas que tienen que ver con la limpieza –doméstica o urbana- y también todas las que giran en torno a la hostelería. Vaya por adelantado que, precisamente por todas esas circunstancias, las personas que desarrollan esas tareas no sólo merecen mi respeto sino la mayor de mis admiraciones. Lo suyo sí que tiene mérito, lo mío es un juego de niños.
Pues bien, he decidido reconsiderar el listado y abordar cambios sustanciales. Ahora, en uno de esos lugares estelares de “profesiones difíciles y desagradecidas” he decidido colocar la de “vendedor de fondos de inversión”. No quisiera verme en su pellejo. Me temo que en los próximos meses su tarea será tan difícil como la de los vendedores de frigoríficos en Alaska.
La decisión del Banco Santander de bloquear los reembolsos de su fondo de inversión inmobiliario durante dos años es la guinda –una gran guinda, todo hay que decirlo- de un pastel que lleva tiempo en el horno.
El primer mazazo a los fondos de inversión lo dio Lehman y todos aquellos que habían diseñado o comercializado productos estructurados, con una supuesta garantía que no era tal. Muchos inversores que creían tener un fondo con una rentabilidad mínima garantizada, descubrieron que su garante era Lehman y…que si te he visto no me acuerdo. Más tarde llegó la estafa de Bernard Madoff y fueron otros muchos miles de ahorradores los que se percataron de que habían perdido todo o parte de su dinero, en un intrincado laberinto de fondos; fondos de fondos; y fondos de fondos de fondos. No es por incidir en la llaga pero….también el Santander y sus aledaños tuvieron un destacado papel en la proliferación del “Madoffpoly”. Ese juego, similar al “Monopoly”, en el que, a diferencia de éste, si caes en la cárcel es una buena noticia. Está tan llena que no te dejan entrar y puedes seguir jugando.
¿Quién se arriesga a partir de ahora a suscribir un fondo de inversión? Aún mantengo en mi retina la gráfica de un fondo de renta fija, comercializado por la Caja Vital bajo la calificación de “riesgo bajo”, que presentaba a finales del pasado año una rentabilidad negativa del 20%. ¿Cómo es posible? Estaba afectado por ‘papelines de Lehman’. Curiosa paradoja, lo que se comercializó como renta fija ahora es variable. Nadie es capaz de predecir qué parte de esos bonos norteamericanos será recuperable.
Hay que reciclar también las frases. A partir de ahora se puede hacer popular este ‘remake’: “No le digas a mi madre que comercializo fondos de inversión, dile que soy pianista en un burdel”.
La luz del túnel, se apaga
Si hace algunos días comentaba que la evolución del índice de fletes BDI había llevado a algunos analistas a dibujar una pequeña luz en el túnel de la crisis, lo cierto es que hay que volver a la cruda realidad. El índice en cuestión ha marcado tres días de descensos, de la misma forma que las bolsas internacionales se han venido abajo.
Si antes parecía que la luz que había en el túnel podía ser la salida….. ahora todo parece indicar que no lo era. Sólo falta por discernir si esa luz es la del tren, ¡que viene de frente!