Cualquiera que se haya visto un avestruz se habrá percatado de que tiene abundante plumaje cubriendo su cuerpo y alas y dejando tan solo desnudos el cuello, la cabeza y las patas. Y quizás le haya sorprendido, porque al fin y al cabo, el plumaje, como ocurre con el de los gorriones, es un aislante […]