Ese es el título que utilizó el zoólogo K. C. Catania para presentar sus investigaciones sobre el topo de nariz estrellada en un artículo que publicó en 1999 en la revista Journal of Comparative Physiology. El topo de nariz estrellada es un animal raro, muy especial; tiene un aspecto extrañísimo con sus grandes patas anteriores y su nariz rosa con forma de estrella. Como suele ocurrir, las características morfológicas especiales están ligadas a alguna función también especial. Veamoslas.
El topo de nariz estrellada es miembro de la familia Talpidae, a la que pertenecen todos los demás topos. El nombre científico de esta especie es Condylura cristata, única del género Condylura. Son de pequeño tamaño (20 cm de longitud y 55 g de masa) y habitan en los túneles subterráneos que ellos mismos excavan en zonas húmedas del noreste de los Estados Unidos.
Su característica más genuína es la nariz, que está provista de 22 tentáculos móviles de color rosáceo. Esos tentáculos están plagados de unas estructuras sensoriales denominadas órganos de Eimer, cada uno de los cuales contiene tres tipos diferentes de receptores sensoriales. Los órganos de Eimer se encuentran también en otros topos y, de hecho, fueron descritos por primera vez en 1871 en el topo europeo por su descubridor, el alemán Theodor Eimer. En el topo de nariz estrellada los órganos de Eimer se encuentran en altísimas densidades en los tentáculos: en la superficie de la estrella, que no alcanza el centímetro cuadrado, hay del orden de 25.000 órganos de Eimer y ligados a ellos, más de 100.000 fibras nerviosas. Ese extraordinario grado de inervación hace que la nariz sea ultrasensible.
A pesar de ser un animal ciego y gracias a esa nariz tan portentosa, el topo es muy hábil cazando presas pequeñas. Y lo cierto es que falta le hace, ya que debido a su pequeño tamaño tiene una tasa metabólica muy alta y por ello, grandes necesidades de alimento, como ocurre con el resto de los topos. Además, esas necesidades son mayores en invierno, para poder hacer frente a las demandas que impone el mantenimiento de la temperatura corporal bajo temperaturas ambientales muy frías. Se ha calculado que consumen diariamente una cantidad de alimento que equivale a su propia masa corporal. Para ello, además de las lombrices del suelo, han de recurrir a los pequeños invertebrados y larvas de insectos que se encuentran en los lodazales propios de las zona húmedas en las que viven.
En esa tarea de búsqueda de presas, la nariz estrellada cumple una función esencial. Contra lo que sugiere su nombre, la nariz no es un órgano olfatorio, ni tampoco una mano o pie auxiliar, sino el órgano táctil más asombroso que se conoce. Cuando se encuentra en plena faena (ver el video aquí), los movimientos de los tentáculos son tan rápidos que no se distinguen con claridad. Del mismo modo que nosotros exploramos el entorno con nuestros ojos, el topo mueve su estrella de forma constante para detectar todo lo que hay en su proximidad inmediata. Toca y examina doce puntos del espacio por segundo, y valora lo que detecta; la decisión definitiva con respecto a si merece ser ingerido o no, la realiza tras utilizar los tentáculos pequeños que se hallan más próximos a la boca. Probablemente no hay un animal más rápido ingiriendo las presas que atrapa, ya que puede tragar una presa viva cada 120 milisegundos. El encéfalo del topo de nariz estrellada no necesita más de 8 milisegundos para decidir si algo es comestible o no. Ese tiempo está en el límite que determina la velocidad máxima de conducción del impulso nervioso o, dicho de otra forma: es imposible hacerlo más rápido!
Uhandreak . Yo me he limitado a ponerla aquí en español.