Uno de los grandes objetivos de la última legislatura ha sido impulsar la euskaldunización entre los estudiantes de Secundaria. Los datos de los alumnos del modelo D no son precisamente brillantes: sólo la mitad de ellos dominan el euskera. El consejero de Educación, Tontxu Campos, ha tratado por todos los medios –léase el polémico currículum vasco y la reforma de modelos – que todos los estudiantes terminen la educación obligatoria con un nivel equivalente al del famoso y temido EGA. Como sabemos, la polémica, tribunales mediante, ha salpicado todos sus movimientos y ni siquiera ha logrado el apoyo de sus compañeros del tripartito. Demasiada prisa, dicen sus aliados; imposición lingüística, afirman la oposición y algunas asociaciones de padres.
La exigencia, en cualquier campo, siempre es una buena compañera de viaje. Pero más lo es la autoexigencia. ¿Cuántos de los parlamentarios de Vitoria tienen un nivel similar al exigido -vía decreto, recordémoslo- a los educandos? Los datos que ofrece la propia página web de la Cámara vasca son tremendamente elocuentes: sólo cuatro de ellos tienen el EGA y otros cuatro el PL-4. Eso sí, 39 de ellos dicen “saber” euskera, signifique esto lo que signifique. ¿Qué pensarán los profesores ‘liberados’?¿Qué pensarán los opositores a los que se les exige tan elevado nivel de euskera? ¿Qué pensarán…?
P.D. Y si se trata de dar ejemplo con otros idiomas, la situación tampoco es aleccionadora. Sólo 25 de nuestros legisladores dicen manejar el inglés, 20 el francés y sólo 1 el alemán.