Tres hechos sucedidos recientemente empujan a una reflexión común acerca de lo que es importante y de lo que es accesorio: la visita de Sarkozy a Inglaterra, la composición del nuevo gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la presencia de Angela Merkel en la inauguración de la ópera de Oslo.
A finales de marzo, Nicolas Sarkozy llevó a cabo una importante visita de estado a Inglaterra. Su presencia tenía una gran importancia, pues podía significar -según los analistas- una reorientación del núcleo central de la Unión Europea incorporando a los tradicionalmente escépticos isleños. Además, la historia recuerda que las relaciones entre ambas potencias nunca han sido especialmente amistosas (Guerra de los Cien años, Napoleón…). Sin embargo, los focos no se centraron en estos hechos, sino en el presunto brillo de la primer dama francesa, la ya archiconocida Carla Bruni. No parece de recibo que una visita de estado de semejante calibre se diluya con temas de corazón, con su elegancia… Lo importante y lo accesorio.
Ya se conoce el nuevo gobierno de Zapatero y todas las miradas se han centrado en su composición. Nueve mujeres serán mayoría en los diecisiete ministerios de esta nueva legislatura con una de ellas, para más inri en estado de buenaesperanza, a la cabeza de la marcial cartera de defensa. Además, se ha creado un ministerio de Igualdad que tiene como fin precisamente garantizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Todos los periódicos recogían, ya el martes día 15, la foto de Carme Chacón pasando revista a las tropas. Sin embargo, no se llevó a las portadas las más que interesantes intenciones de Cristina Garmendia, la nueva ministra de Ciencia e Innovación, que se ha propuesto enterrar el unamuniano espíritu del “que inventen ellos”; las declaraciones de Celestino Corbacho, ministro de Trabajo e Inmigración, ligando la presencia de inmigrantes al ejercicio de un trabajo, o la necesaria reorentación de la economía desde la construcción al sector tecnológico y ligado a la innovación. Lo importante y lo accesorio.
Por último, el mismo día que se publicaba la ya “histórica” foto de Chacón se le daba una gran relevancia a otra foto: la de la canciller alemana, Angela Merkel, luciendo un generoso escote en la inauguración de la ópera de Oslo. Todos los medios se muestran anonadados ante un cambio tan radical en una mujer tan pacata, pero quizás sea más importante fijarse en otras de sus actuaciones para que el motor económico de Europa reencuentre el camino de la prosperidad. Lo importante y lo accesorio.
Todas estas noticias tienen en común la presencia de mujeres en puestos de relevancia. Pero lo importante es que sean competentes, no que sean mujeres. Lo importante y lo accesorio.