Ayer terminé de ver una película excelente: El club de la lucha. Ya la había visto hace muchos años, pero la había olvidado por completo. Se trata, como sabréis, de una esquizofrénica historia en la que el protagonista (Edward Norton) reniega de su vida (trabajo en una aseguradora de automóviles corrupta, valores de consumo…) creando “otro yo” con todo lo que le gustaría ser. Ese papel lo encarna magníficamente Brad Pitt, quien en sus elaborados monólogos explica bien a las claras la vertiente sociológica de la película: una generación de hombres sin un futuro claro a la vista, una vida anodina destinada al trabajo y al ocio dirigidos, sin válvulas de escape a las que aferrarse en un mundo al que no le importa en absoluto lo que a uno le suceda siempre que trabaje y consuma… El caso es que ese otro yo crea toda una célula de corte anarquista que buscará terminar con el orden de valores imperante. Si habéis leído “Los endemoniados” de Dostoievski, os sonará de algo.

La narración también me parece una genialidad. Velocidad, cambios bruscos, interpelaciones directas al espectador (como en los cuadros en los que los personajes nos miran directamente)… En definitiva, una película muy recomendable tanto por el fondo como por la forma. Aquí queda esta invitación.

Aletheia