El pasado 9 de noviembre salió a la venta ‘Call of duty: Black Ops’, el séptimo en la serie de esta saga de geniales juegos de guerra. Su éxito está siendo arrollador: en sus primeros cinco días recaudó 650 millones de dólares, superando a su predecesor, el impresionante y sublime Modern Warfare 2.
Todo lo que rodea a este videojuego es grandioso, casi egipcio: presupuesto (según Activision, encargada de su distribución, el mayor de la historia), medios técnicos, publicidad (según Wikipedia, el primer trailer se pudo ver en la ESPN en el tercer cuarto de las Finales del Este de la NBA del año pasado)… La versión original cuenta con las voces, entre otros, de Ed Harris, Ice Cube y Gary Oldman. Todo suena a superproduccción, con todos los detalles pulidos hasta el extremo. Todos, salvo uno. A la foto de abajo me remito.