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Francisco Góngora

Topo verde

El muro de los navarros en Entzia

No es el muro de Adriano que tuvo 118 kilómetros de extensión por 4,50 metros de altura y tenía funciones defensivas además de cerrar el paso de costa a costa de Gran Bretaña. Tampoco el desdichado muro de Berlín , ni la grandiosa muralla china, pero los montañeros que se acercan a ese paraíso de la naturaleza llamado Entzia se encuentran esta pared cuando van hacia el Este. Su construcción no es un gesto fraternal que se diga. Simplemente, delimita las tierras navarras de las alavesas. Lo tuyo, allí y lo mío, aquí. Tu, Urbasa (Amescoas) y yo Entzia, dos nombres para un mismo paisaje, para una misma forma de gestión, aunque siempre ha habido un pique tremendo entre los propietarios de ambos espacios para demostrar que se cuida mejor el bosque de hayas en un sitio que en otro. Si hablas con los vecinos de Contrasta dirán que los suyos son los mejores hayedos. Lo mismo que los de las Amescoas y ambos se gestionan con las parzonerías que son instituciones medievales. Tiene un metro de ancho y 1,40 de alto. no es una obra cualquiera. Fue construida en 1928 y frenaba un enfrentamiento secular por los mojones. La pared tiene aproximadamente unos 7 kilómetros de longitud y evita el trasiego de vehículos y sobre todo de ganado. Siendo sinceros hay un punto de desconfianza desde los de un lado hacia los del otro. Y una metáfora de nuestro tiempo.

Salvo ese muro, el paisaje de la sierra de Entzia o el de Urbasa es de los que no se pueden olvidar. Hay un abrazo entre la naturaleza y los humanos, representados en este caso por los ganaderos y los vecinos de los pueblos del entorno de la sierra que sabían que esta belleza era además un recurso económico. Y en vez de destruirlo han tratado durant años de que les durara- Lo que ahora llamamos un desarrollo sostenible. Pues eso es lo que han hecho los vecinos de estos pueblos que cortaban árboles solo cuando hacía falta y tenían buen porte, mientras ya preparaban las fincas con los nuevos árboles. O delimitaban el número de reses que podía subir a pastar. Y no han faltado pleitos y desencuentros y pactos. Pero hablamos de decenas de años y un sustrato de solidaridad que les ha permitido gestionar estas 5.000 hectáreas (Entzia) de una forma muy efectiva.

La Parzonería es una especie de comunismo medieval. Hay noticias escritas relacionadas con la gestión de estos espacios desde 1293. Todo es de todos, pero regulado, con reglas. Y su fuerza es tal que ha sido capaz de frenar el intento de crear desde la Diputación y el Gobierno vasco el parque natural de Entzia.

Para encontrarse con el muro hay que ir hasta Opakua y al llegar el puerto tomar la pista que sale a la izquierda unos 7 kilómetros, siempre hacia el Este hasta que nos damos de bruces con unos pedruscos gigantescos que no nos dejan pasar en coche, pero si a pie y en bicicleta.

Por Francisco Góngora

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