>

Blogs

Fermín Apezteguia

Pasamos consulta

El secreto de los Reyes Magos

Los Reyes Magos existen; son tan reales y necesarios que si no existieran habría que inventárselos. Más allá del mundo de imaginación y fantasía que rodea la velada de hoy, la del 5 al 6 de enero, la figura de Melchor, Gaspar y Baltasar contribuye a desarrollar la imaginación y la creatividad de los niños. La historia de los tres astrónomos que viajan en camello, tres personas mayores que intentan cumplir en una noche los deseos de toda la familia, no es un cuento. Enseña a los pequeños de la casa a tener ilusión por las cosas, grandes y pequeñas, y les prepara para una vida en la que esperanza y frustración caminarán de la mano.

Psicólogos y educadores coinciden en la necesidad de avivar la ilusión no sólo en los niños, sino también entre los adultos. «Independientemente de que un día descubran la verdad, es un error romper el encantamiento a un chaval», sentencia el psicoanalista Florencio Moneo, de la empresa Avances Médicos. Según explica este experto, hasta los ocho o nueve años el menor está construyendo en su interior un sistema de valores y creencias que le permitirán enfrentarse a la vida. En ese proceso, el pequeño necesita «importantes cargas de ensoñación y espíritu mágico, porque el hogar se nutre precisamente de ellas». La familia desempeña ahí un papel fundamental, no sólo por ser el eje de la sociedad, sino por su condición de espejo y refugio del menor.


La magia de los Reyes Magos es tan potente que ni siquiera los adultos escapan a ella, según dice Begoña Ibarrola, psicóloga infantil y escritora de cuentos y fábulas. «La ilusión es una necesidad innata al ser humano. Los mayores, de hecho, jugamos a la lotería, a pesar de que sabemos que las posibilidades de que nos toque el premio gordo son remotas; y seguimos mirando nuestros zapatos la mañana del día 6 porque la de Reyes es, sobre todo, la fiesta de la ilusión, la de los niños y los mayores».

Pocas vivencias son capaces de despertar la imaginación de un niño tanto como la noche de Reyes. Los preparativos son fundamentales. Los padres le cuentan que, como en Belén, tres magos llegarán hasta su portal en camello. Entrarán en la casa cuando se haya dormido y dejarán regalos para cada miembro de la familia, a cada uno en sus respectivos zapatos. Beberán una copita, comerán un poco de turrón y se marcharán hasta el año que viene. Pero antes de todo, hay que elegir los regalos, escribirles una carta, dársela a sus pajes y asistir a la cabalgata real.

La leyenda ayuda a educar a los niños en la frustración. Nadie va a quedarse sin regalo, pero no siempre es posible acceder al que se desea. «Ya no vale aquello de que si eres malo, te traerán carbón», dice Ibarrola. «Hay que enfocar la fiesta de una manera positiva: Los reyes premian tu esfuerzo por ser mejor. No importa que seas más o menos bueno. Lo que cuenta para ellos es tu deseo de crecer como persona».

Algo, sin embargo, ha cambiado. Internet, añade Florencio Moneo, ha desbancado a la chimenea como el lugar de la casa donde se perpetuaban la historia y sus leyendas. Los relatos que surgían al calor del fuego reforzaban los vínculos familiares y propiciaban la educación en valores. En el hogar de hoy, costumbres como la noche de Reyes contribuyen a mantener viva esa llama.

 

Nota: Información publicada originalmente en EL CORREO 5 de enero de 2007

La salud al alcance de cualquiera

Sobre el autor

Categorías

Buscar


enero 2012
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
3031