>

Blogs

Óscar Terol

Se abre el Terol

Egun On

Buenos días hermandad. Estoy fascinado por la foto que le han hecho al sol los amigos de la Nasa. Supongo que la habéis visto, pero, por si acaso la comparto.

No me canso de mirarla. Es como si le hubiéramos visto desnudo al sol, en calzoncillos, no sé; espero que no se vengue de nosotros.
El sermoncillo:

On-off

La mayoría de personas, y es muy probable que el género masculino de manera especial, sentimos verdadera atracción por los aparatos que se rigen por la ley del “on-off”; encendido y apagado. Cualquiera de nuestros hogares es un santuario de máquinas eléctricas y electrónicas, también denominados: cacharros, que acumulamos como el niño que custodia sus juguetes aun sabiendo que ya no volverá a utilizarlos. El interruptor nos cautiva, nos hace sentir poder, nos sentimos semidioses o superhéroes capaces de hacer que algo funcione y haga ruido con solo accionarlo. El mejor regalo que se le puede hacer a un hombre –hablo desde mi propia experiencia- es un trasto que tenga un interruptor; un “on-off”, si el cacharro en cuestión sirve para algo útil, es secundario. Ahora, y por esa manía que tengo que leer la prensa, me entero, y se lo hago saber si no lo sabe ya, de que el poder ya no reside en nosotros como creíamos. Los fabricantes de nuestros cachivaches, tal y como las mentes retorcidas apuntaban, los fabrican con fecha de caducidad. Nuestros juguetes están programados para estropearse un día cualquiera de nuestra existencia, que generalmente suele coincidir con el día que más los necesitas. O sea, que cada vez que compramos una maquinita, viene con un “off” debajo del brazo, una muerte programada para que sigamos consumiendo ilusión. La garantía de por vida es una utopía en un aparato con interruptor; el que quiera algo eterno que se compre un martillo y lo use poco. Sí, todos pensamos que un cacharro en el que se lea “Made in Germany” te puede salir más rentable y duradero que un “Made in China”, pero no nos engañemos, amigos, hasta los Alemanes, nobles y trabajadores, manipulan su tecnología para que haga “pum”, o “pof”. No me suele gustar dar malas noticias los lunes, que bastante carga tienen de por sí, ahora bien, que sepamos que nuestros interruptores son meras sucursales de otros interruptores más poderosos y que nunca estarán en nuestras manos. Hoy haré huelga de “on-off”, vuelvo a las maquinillas desechables, a los puzzles y al teléfono fijo. Pasen buen día.

Temas

Un espacio para el intercambio de humor. Por Oscar Terol

Sobre el autor


febrero 2011
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28