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Óscar Terol

Se abre el Terol

Bienvenida…

…a este carnaval, Uxue.

Nos parece bien que no quieras enseñar más que tu ojito derecho, el culpable de que estés ahí es tu padre, (que por cierto, sale guapo el cabrito de él) y será el culpable de todo lo que hagas hasta que tengas 18 años, luego… Bueno, falta mucho para “el luego”

Nosotros, tus “Tíos digitales” te hemos improvisado una Nana.


¡Gracias por compartir con nosotros algo tan bonito!
El artículo de hoy esta dedicado a Mercedes Sosa
(Unos que vienen y otros que se van)

Gracias

>, y gracias a ti, Mercedes, porque la vida es también quien la vive y decide compartirla. Sólo a través de los demás podemos entender algunas cuestiones relativas a nuestra propia existencia. Tú enseñaste una lección que no por repetida y leída está aprendida: la vida no se puede llegar a entender sin el amor al prójimo. Amar es dar espacio, comprender, ponerse en lugar del otro, dedicar lo mejor de uno a favor del que lo necesite; luchar por el bien común. Hoy en día, estos valores no triunfan en los mercados; cotiza más el suspicaz, el descreído, el que está de vuelta de un viaje que ni siquiera ha hecho. El humano sospecha de su condición y se plantea el fallo de serie como una condena de la que no podrá escapar. Quien osa erigirse en defensor de la humanidad es considerado un iluso, un inmaduro, y lo que es peor, un inconsciente, cuando, precisamente, lo que está es tomando consciencia, aprendiendo la lección. Lo que verdaderamente me ha impresionado siempre de la canción “Gracias a la vida”, no es la letra, que es perfecta, sino la actitud de agradecimiento; dar gracias, valorar lo que se tiene. Ya me gustaría tener el valor suficiente como para poder tararearla a diario. Sobre todo en estos tiempos ansiosos, en los que nos valoramos y nos movilizamos por lo que nos falta. La primera vez que la escuché, ya sabía que era la mejor canción que se podía haber compuesto nunca; una declaración de amor universal y una invitación a formar parte del gran coro al que todos estamos invitados. Tengo la sensación de que, independientemente de los malos tragos, habrás tenido la certeza de que tu viaje tenía sentido pata ti también. Me quedo con tus discos, con las lágrimas que me provocan, con el agradecimiento como norma, y con la petición que le hacías al “barbas” en otra de tus canciones más conocidas: >. Pasen un buen día.

Pasar buen día

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Un espacio para el intercambio de humor. Por Oscar Terol

Sobre el autor


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