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Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Papás atractivos

Vivimos en una sociedad en la que, para muchos, el cuerpo se convierte en un proyecto de vida, en un objetivo a cumplir. Dietas, nutrición, ejercicio físico, gimnasio, deporte, moda, cosmética, cirugía plástica y quien sabe cuántas conductas más conforman ese proyecto de vida. Y también cuenta, es obvio, la opinión que cada uno tiene sobre su propio cuerpo. Es esa opinión la que está detrás de muchas de aquellas conductas y es la que nos mueve hacia determinados objetivos. Incluso puede ser la causa de enfermedades como, por ejemplo, los síndromes de trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia.

La opinión que tenemos de nuestro propio cuerpo cambia a lo largo de la vida. Es lo que investigan Alicia Cast y sus colegas, de la Universidad de California en Santa Barbara, y en un momento muy concreto de la vida, después de la formación de la pareja y del nacimiento del primer hijo.

Trabajan con 182 parejas de voluntarios, casadas, como mucho, dos años antes del inicio del estudio, y todos mayores de 18 años. Todos son entrevistados durante 90 minutos cuando se casan y al cumplir su primer y segundo aniversarios. De las 182 parejas, 17 tienen un hijo el primer año y 31 el segundo año. El total es, por tanto, de 48 parejas con hijo en el segundo aniversario. En las entrevistas hay un apartado que trata de su propio atractivo físico, que deben puntuar de 1 a 100.

Las mujeres sin hijos se ven atractivas siempre y la puntuación es similar a la obtenida por las que tienen el hijo el segundo año. Está claro que estas últimas se sienten igualmente atractivas porque en gran parte de los dos años no han tenido hijos. Otro dato relevante es que, el año en que se tiene el hijo, tanto si es el primero como el segundo, la mujer, después de parir, se ve menos atractiva. Sin embargo, las mujeres que tienen el hijo el primer año recuperan su autoestima durante el segundo año y se ven tan atractivas como cuando se casaron.

Entre los hombres sin hijos, como en las mujeres, se ven atractivos, pero el resultado más llamativo es que los que tienen un hijo el primer año se ven enormemente atractivos, con puntuaciones muy superiores al resto, aunque pierden ese atractivo durante el segundo año y vuelven a las cifras habituales. Tener un hijo, parece, hace que se sientan más masculinos y, por tanto, más atractivos, pero cuidarlo vuelve a los hombres a la realidad más cotidiana.

 

*Cast, A.D., S.D. Stewart & M.J. Erickson. 2013. Why do men feel more attractive after Childbirth? Journal of Gender Studies doi: 10.1080/09589236.2012.750239

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Por Eduardo Angulo

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