El modo de vida sedentario es, según la OMS, culpable de que aumente la tasa de mortalidad por dolencias no infecciosas como obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares. Por ello, se promocionan estilos de vida más saludables y activos y, a veces y sin que pierdan su eficacia, actividades habituales en la vida diaria. Se recomienda pasear, andar en bici o, entre otros ejercicios, subir escaleras.

Por otra parte, nuestras costumbres, sobre todo en fin de semana, tienden a llevar mucha gente, y por muchas horas, a esos edificios, ya emblemáticos en nuestro entorno, que son los centros comerciales. No es raro, entonces, que John Zacharias y Richard Ling, de las universidades de Pekin en China y Concordia de Montreal, en Canadá, planteen la siguiente hipótesis: si en un centro comercial separamos entre sí los ascensores y las escaleras, aumentará el uso de estas últimas.

Trabajan en siete centros comerciales de Montreal, interconectados entre sí por pasos subterráneos. Tienen 13 escaleras y 12 pares de ascensores; la distancia entre ascensores y escaleras va de 3 a 72.8 metros y, en las escaleras, el número de escalones va de 12  a 37. Los autores cuentan, en 35 días y en bloques de cinco minutos entre las 10.30 y las 12.00 horas y entre las 12.30 y las 14.30 horas, a 33793 peatones que circulan por ellos.

La distancia entre la escalera y el ascensor influye en un 71% en la decisión del peatón de tomar una u otro para subir, a favor del ascensor claro está. Y en el 21% de los descensos, a favor de la escalera. Los autores encuentran que doblar la distancia entre los ascensores provoca un aumento del 95% en el uso de la escalera para subir.

*Zacharias, J. & R. Ling. 2014. Choosing between stairs and escalator in shopping centers: The impact of location, height, and pedestrian volumen. Environment and Behavior DOI: 10.1177/0013916513520418