Ya verán, son muchos los que firman este artículo, un trabajo muy especial que no solo es importante por el tema de estudio sino porque, además, tiene otros objetivos muy interesantes. Firman nada menos que 1014 investigadores, de 63 instituciones y, de ellos, 940 son estudiantes pregraduados. Estudian la morfología, función, distribución y evolución de una parte del cromosoma 4 de la mosca de la fruta Drosophila melanogaster, modelo biológico muy utilizado en los estudios de genética. Esa parte del cromosoma 4 se llama elementos F de Muller y codifica unas 80 proteínas. Para determinar su evolución, los autores estudian los elementos F de Muller en otras tres especies de Drosophila además de la melanogaster, lo hacen en las especies erecta, mojavensis y grimshawi.

Es un análisis complejo y largo y supone la utilización de varias técnicas y de mucha informática para comparar secuencias génicas. O sea, mucha gente. Para conseguirlo, el GEP (Genomics Education Partnership, o Asociación de Educación en Genómica) y la Universidad de California en Santa Cruz contactan con Sarah Elgin, de la Universidad Washington de St. Louis para que organice y dirija a un extenso grupo de estudiantes pregraduados que serán los encargados de analizar y comparar los genes de las cuatro especies de Drosophila. Como decía antes, son 1014 investigadores, de 63 instituciones, incluyendo a los 940 estudiantes.

La conclusión del estudio demuestra que este grupo de genes, los elementos F de Muller del cromosoma 4 de Drosophila, se han mantenido durante el proceso de evolución de estas cuatro especies de Drosophila durante los últimos 40 millones de años.

Interesante el estudio y las conclusiones pero, creo yo, dar la oportunidad a casi 1000 estudiantes pregraduados de participar y publicar un trabajo de laboratorio de esta altura es lo más importante de este proyecto. Cuanta más investigación hagan, más comprometidos se sentirán con la ciencia y más vocaciones científicas aparecerán. Además, la investigación científica siempre es una buena actividad para alumnos en formación. Consigue que piensen críticamente, a ser escéptico con datos y afirmaciones, a enfrentar líneas de evidencias, y a tener en cuenta el conjunto antes de llegar a conclusiones. Todas estas habilidades y competencias dan confianza a los estudiantes y les permite ser diferentes y mejores. Y, repito, pensar críticamente es cada vez más necesario en nuestro mundo.

*Leung, W. y 1039 colaboradores. 2015. Drosophila Muller F elements maintain a distinct set of genomic properties over 40 million years of evolution. G3 Genes | Genomes | Genetics 5: 719-740.