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Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Efecto Escocés

La esperanza de vida en Escocia es menor que en otros países de Europa occidental y que en el resto del Reino Unido. En 2008-2010, para los hombres, la esperanza de vida era de 75.8 años y para las mujeres de 80.4 años, y es todavía más baja en el oeste de Escocia y en Glasgow, con 71 años para los hombres y 78 años para las mujeres. Para que podamos comparar, en España y en 2010-2011, la esperanza de vida para los hombres era de 78.87 años y para las mujeres de 84.82 años, y en Euskadi, en 2010, era de 79.12 para los hombres y de 85.53 para las mujeres. Como ven, entre 4 y 5 años más que en Escocia.

Fue hacia mediados del siglo pasado cuando la esperanza de vida en Escocia comenzó a mostrar una tendencia diferente a la de Europa y el resto del Reino Unido, tal como nos cuentan Gerry McCartney y sus colegas del Observatorio de Salud Pública de Glasgow. La diferencia se ha atribuido a las enfermedades típicas de una sociedad desarrollada: enfermedades cardiovasculares, derrame cerebral y cáncer. Sin embargo, las consecuencias de diferentes conductas como el abuso del alcohol causas externas (violencia) y suicidio, tienen menos incidencia que en otros países de Europa occidental. Pero, en a década de los 80, la esperanza de vida se separa todavía más de los países del entorno y, además, parece que las causas cambian. Aumenta la tasa de mortalidad debida al abuso del alcohol y las drogas, y las causas externas (crímenes violentos, accidentes de tráfico) y suicidio. Y siguen siendo demasiado altas las causas que vienen de décadas anteriores: enfermedades cardiovasculares, derrame cerebral y cáncer. Todo sumado es lo que da la baja esperanza de vida típica en Escocia, conocida como el “Efecto Escocés” y cuya causa no se conoce.

En los 80, cuando la situación empeoró, se propuso que la causa estaba en la pobreza, que implica peores condiciones sanitarias y aumento de la mortalidad. Vera Carstairs y Russell Morris, de la Facultad de Medicina de Edimburgo, desarrollaron un índice que cuantificaba la pobreza en un país desarrollado. Tenía en cuenta cuatro indicadores que aparecían en el censo: clase social baja, sin coche, en paro y con viviendas con una o más personas por habitación. Utilizando datos de 1980 a 1982 encontraron que la tasa de mortalidad estaba muy relacionada con su índice, es decir, con la pobreza. Y como el índice daba peores cifras en Escocia que en Inglaterra y Gales, a la pobreza se debía las diferencias en la esperanza de vida dentro del Reino Unido.

Sin embargo, nos cuenta McCartney  que, cuando se publicó el estudio de Carstairs, su índice explicaba hasta dos tercios de la mortalidad con la pobreza. Ahora, tres décadas después y con peor situación, el índice solo explica la mitad de la mortalidad. Hay algo más, algo que McCartney y su grupo quieren encontrar.

Como un dato más y para que centremos el asunto, vamos a conocer el trabajo de David Walsh y su grupo, del Centro para la Salud de la Población de Glasgow. Han calculado la pobreza en Glasgow y la han comparado, junto con la mortalidad, con dos ciudades inglesas parecidas, Liverpool y Manchester.

Mientras que la pobreza es similar en las tres ciudades, la mortalidad es un 15% mayor en Glasgow, y las llamadas muertes prematuras, antes de los 65 años, son un 30% más numerosas en la ciudad escocesa. La pobreza es similar en Inglaterra y Escocia y, sin embargo, la mortalidad es mayor en Escocia.

Y volvamos a McCartney. Después de tener en cuenta lo que hasta ahora he contado y de repasar la bibliografía buscando hipótesis para las diferencias entre Escocia y el resto, nos dice que ha encontrado 17: pobreza, emigración, genética, conductas de salud, valores individuales, abuso de sustancias, cultura de falta de límites, enajenación, familia y relaciones de género, familia y diferencias entre los miembros, clase social baja, sectarismo, cultura de movilidad social limitada, servicios de salud insuficientes, concentraciones de pobreza, clima, desigualdad, desindustrialización y ataques por razones políticas.

En fin, muchas hipótesis difíciles de separar y, además, seguro que funcionan más de una a la vez. Según las conclusiones de McCartney y su equipo, antes de 1980 la causa estaba en unas malas condiciones sanitarias que, a su vez, fueron causa de conflictos que no se resolvieron provocando pérdida de poder de decisión e injusticias. A partir de los 80, el gobierno puso en marcha una política social y sanitaria neoliberal que provocó, según McCartney, la ruptura de las comunidades y la bajada de la esperanza de vida. Es posible que en esa política neoliberal sanitaria esté la causa del “Efecto Escocés”. Son muchas los factores que contribuyen a esa causa y, todos ellos, promovidos por una determinada ideología política.

 

 

*Carstairs, V. & R. Morris. 1989. Deprivation: explaining differences in mortality between Scotland and England and Wales. British Medical Journal 299: 886-889.

*McCartney, G. y 3 colaboradores. 2012. Why the Scots die younger: Synthesizing the evidence. Public Health doi:10.1016/j.puhe.2012.03.007

*Walsh, D. y 3 colaboradores. 2010. It’s not “just deprivation”: Why do equally deprived UK cities experience different health outcomes? Public Health doi:10.1016/j.puhe.2010.02.006

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