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Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Caer y levantarse

Los bebés aprenden a andar. Todos lo hicimos pero, visto ahora, con la mirada del adulto viendo a un niño, parece un milagro, o se acerca a ello. Karen Adolph y su grupo, de la Universidad de Nueva York, nos cuentan que llevamos 100 años investigando este milagro, sus antecedentes en el desarrollo del niño, la dinámica de los pasos que da y los cambios neurofisiológicos que se observan en los sistemas muscular y nervioso. Y, sin embargo, Adolph añade que no se ha estudiado la ecología de la locomoción del niño, es decir, nadie, por lo visto, ha mirado a un niño para ver lo que hace cuando aprende a andar. O sea, ver cómo gatean y cómo andan, cómo distribuyen su tiempo entre gatear, andar y no hacer nada de esto, cuánto de lejos llegan y hacia dónde van, cuántas veces se caen y que les motiva a levantarse y a perseverar, y cómo cambia su manera de andar con el paso del tiempo. Ya ven, queda mucho por mirar.

Los autores de este estudio trabajan observando la actividad locomotora espontánea, en sesiones de 15 a 60 minutos, de 151 niños, con 72 niñas, del área de Nueva York, y desde los cinco días hasta algo más de 14 meses de edad. Entre los niños, al comenzar el estudio, hay 20 que gatean y 116 que andan. Las observaciones se hacen en una habitación del centro de investigación, adaptada para los niños y con juguetes, y por la que se pueden mover con libertad. Además, con 15 de estos niños, con edades entre 12 y 14 meses, también se hacen observaciones en su hogar.

La edad en la que empiezan a andar es, como media, entre los 12 y los 14 meses, sin diferencias en cuanto a las observaciones en el laboratorio o en su casa. El extremo más bajo en el rango de edades para empezar a andar es nada menos que 5 días. En los chavales de 1 año, cuando empiezan a andar, la media de caídas por hora es de 31.5 y a los 19 meses, con más experiencia, las caídas bajan a 17 por hora, casi la mitad. En cambio el número de pasos por hora va de 1456 a los 12 meses hasta los 2368 a los 19 meses. A esta edad también dedican más tiempo a andar, lo hacen más rápido y llegan más lejos. Y, si dividimos la habitación en cuadrados y contamos el número de cuadrados que visitan por hora, aunque sean repetidos, los de 12 meses visitan 128.3 como media y los de 19 meses 205.9.

Visto lo visto, Karen Adolph termina su artículo con dos preguntas a las que busca respuesta: “¿Por qué andan?” es la primera pregunta. Y se responde a sí misma con otra pregunta: “¿Por qué no?”.

 

*Adolph, K.E. y 7 colaboradores. 2012. How do you learn to walk? Thousands of steps and dozens of falls per day. Psychological Science 23: 1387-1394.

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Por Eduardo Angulo

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