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Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Indigestión

Opino que sólo en la Europa cervecera, la que empieza a conocer el vino, se puede dudar de que, para una mejor digestión, un vasito de vino en las comidas viene muy bien. Incluso en una comida pesada como la de estas pasadas fiestas navideñas; y añado que todavía es más recomendable en una comida pesada. Sin embargo, Henriette Heinrich y sus colegas (de comida y bebida, supongo), del Hospital Universitario de Zurich, han querido confirmarlo acompañándose nada menos que de una fondue de queso.

Han trabajado con 20 voluntarios, de ellos 16 hombres, de 23 a 58 años de edad y con un Índice de Masa Corporal medio de 23.6. Cada uno de ellos ha comido una fondue de queso (sospecho que acompañados o, si no, es que tienen un saque espectacular) con 3260 calorías y el 32% de grasa, por lo menos dos veces con un intervalo de una semana entre ambas. Durante la comida, la mitad ha bebido vino blanco, unos 300 mililitros, más o menos media botella; la otra mitad ha bebido una cantidad similar de té negro. Hora y media después de la fondue, una mitad bebe una copita de schnapps, el típico licor de cerezas de la zona, y la otra mitad bebe agua. Así tenemos cuatro grupos experimentales: té negro con schnapps o con agua, y vino blanco con schnapps o con agua.

La fondue está marcada con carbono 13 que, durante la digestión, se exhala con el aliento y permite medir el tiempo que dura. Y, a la vez, también se mide el alcohol en el aliento. Las exhalaciones se hacen cada 10-15 minutos durante las cuatro horas que siguen a la fondue. Por medio de encuestas, se cuantifica, después de la comida, el apetito, saciedad, hambre, ganas de comer, así como los síntomas de indigestión como las náuseas, los eructos, la acidez o la sensación de empacho.

Los resultados son claros: después de la fondue, el estómago se vacía más lentamente si se ha tomado alcohol. Incluso en el caso de beber té negro en la comida y schnapps hora y media después, en el momento de tomar el licor el vaciamiento del estómago se hace más lento. El apetito es parecido en todos los casos, excepto en el caso de vino más schnapps en que disminuye. No hay relación entre el consumo de alcohol y los síntomas de mala digestión.

En resumen, tomar alcohol en las comidas disminuye el apetito si la dosis es alta y hace la digestión más lenta, pero no se asocia con la indigestión o el empacho.

*Heinrich, H. y 8 colaboradores. 2010. Effect on gastric function and symptoms of drinking wine, black tea, or schnapps with a Swiss cheese fondue: randomised controlled crossover trial. British Medical Journal 341: c6731.

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