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Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

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El 2 de noviembre y para celebrar el Día de Difuntos, escribí, entre otras cosas, sobre sexo y muerte. Revisé la bibliografía y encontré un trabajo que relacionaba la práctica del sexo con la muerte en los hombres de Caerphilly, un pequeño pueblo de Gales. A más sexo, menos muerte, era la conclusión. Puede ser el lema en el escudo del pueblo. Pero, de inmediato, surge la duda, ¿y las mujeres de Caerphilly, qué? ¿dónde están las mujeres que hicieron el amor con los afortunados y longevos hombres de Caerphilly? Pues no aparecen. En el artículo ni se las menciona. Y cuando se busca bibliografía que relacione, en mujeres, sexo y longevidad se descubre que es muy escasa. Tanto Eros y Tanatos, vida y muerte, instinto de vida y de muerte, tanto Freud, tanto psicoanálisis y, al fin, muy escasa cosecha.

Beverly Whipple y su grupo, de la Asociación Mundial para la Salud Sexual, que revisaron estos estudios, nos servirán de guías en este paseo por el amor y la muerte. En la Universidad Duke de Durham, en Carolina del Norte, trabajó Edman Palmore con 252 voluntarios, hombres y mujeres, a los que hizo un seguimiento durante 25 años. Los factores que influyen en la longevidad y que aquí nos interesan son la frecuencia de relaciones sexuales y si se disfruta con ellas, ahora o antes. Como ocurría en Gales, los hombres de Carolina del Norte son más longevos según el número de orgasmos. En cambio, las mujeres, y esto es nuevo, son más longevas si disfrutaron con las relaciones sexuales; disfrutar ahora con las relaciones sexuales no influye. Si unimos este factor a una buena forma física la diferencia de edad puede llegar a los 23 años.
Ahora vamos a Suecia, a conocer un estudio que hizo Goran Persson, del Hospital Sahlgren de Goteborg, con 166 hombres y 226 mujeres de 70 años de los que, cuando habían cumplido 75 años, habían muerto 32 hombres y 23 mujeres. la mortalidad mayor se da en hombres casados que han dejado, tiempo atrás, de hacer el amor. En las mujeres, Persson no encuentra relación entre sexo y muerte. Las suecas no son como las mujeres de Carolina del Norte, que parecen disfrutar más de la vida.
¿Y lo contrario? ¿Qué efecto tiene no hacer el amor sobre la longevidad en mujeres? Steven Butler y David Snowdon, de la Universidad de Kentucky en Lexington, responden a esta pregunta estudiando la mortalidad en 2573 monjas católicas, de 50 a 84 años, y que, se supone, son nulíparas, es decir, que nunca han tenido hijos. Butler y Snowdon aseguran que su mortalidad es menor que la de mujeres de su edad de la población general, y esa diferencia se va acentuando con la edad: a más años, menos mortalidad. Sin embargo, entre las de más edad, aparece una mortalidad muy alta por cáncer de mama y del sistema reproductor que los autores suponen que quizá sea un efecto de su nuliparidad.
En resumen y hasta ahora, en hombres más sexo supone más longevidad; en mujeres, disfrutar más del sexo supone más longevidad.
*Butler, S.M. & D.A. Snowdon. 1996. Trends in mortality in older women: Findings from the nun study. Journals of Gerontology Series B 51B: S201-S208.
*Palmore, E.B. 1982. Predictors of the longevity difference: A 25-year follow-up. The Gerontologist 22: 513-518.
*Persson, G. 1981. Five-year mortality in a 70-year-old urban population in relation to psychiatric diagnosis, personality, sexuality and early parental death. Acta Psychiatrica Scandinavica 64: 244-253.

*Smith, G.D. , S. Frankel & J. Yarnell. 1997. Sex and death: are they related? Findings from the Caerphilly cohort study. British Medical Journal 315: 1641-1644.

*Whipple, B., J. Knowles & J. Davis. 2007. The health benefits of sexual expression. PlannedParenthood White Paper, New York, 12 pp.

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