>

Blogs

Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Frutos secos

Hoy algo suave, que se me hace tarde; una especie de aperitivo con frutos secos que, a ello vamos, no engordan a pesar de la mala fama que tienen. Maira Bes-Rastrollo y su equipo, de la Universidad de Navarra y de la Escuela de Salud Pública de Harvard, lo han demostrado tras estudiar el historial de 51188 enfermeras norteamericanas, de 20 a 45 años, sin enfermedades cardiovasculares, diabetes o cáncer. En particular, estudiaron su ingesta de frutos secos así como sus cambios de peso entre 1991 y 1999. Y descubrieron que las mujeres que confesaban (¿por qué me saldrá este verbo en esta frase, como sin querer?) comer frutos más de dos veces por semana engordaban algo menos (engordaban en esos 8 años unos 5 kilos) que aquellas que casi nunca los comían (engordaban unos 5,5 kilos). Da igual el tipo de fruto seco ingerido: cacahuetes, almendras, nueces, avellanas,… Y los resultados no están influidos por la situación de partida, es decir, porque la enfermera, al comienzo del estudio, tuviera peso normal, sobrepeso u obesidad. Cuando se hizo un examen estadístico que incluía más datos del estilo de vida de las enfermeras, el consumo de frutos secos más de dos veces por semana vuelve a estar asociado con un pequeño descenso del riesgo de obesidad. Resultados muy parecidos ha obtenido el equipo de la Universidad de Navarra dirigido por Maira Bes-Rastrollo, con 8865 universitarios graduados en su universidad; las cifras son extraordinariamente similares entre las enfermeras americanas y los universitarios navarros, lo que implica que las posibles diferencias en el resto de sus modos de vida no influyen en la acción de los frutos secos.

En conclusión, los frutos secos no engordan y, por lo menos en mujeres de mediana edad y en jóvenes de la Universidad de Navarra, incluso protegen contra la obesidad. Según los autores, las proteínas y fibras de los frutos secos dan sensación de saciedad, sus grasas aumentan la producción de calor (o sea, se queman más calorías) y crece el gasto de energía en reposo. Y, esto es obvio, los frutos secos deben entrar en la dieta sustituyendo a otros alimentos energéticos; si se añaden a la dieta, sin más, es inevitable que acaben a quien los coma.

*Bes-Rastrollo, M., J. Sabaté, E. Gómez-Gracia, A. Alonso, J.A. Martínez & M.A. Martínez-González. 2007. Nut consumption and weigh gain in a Mediterranean cohort: The SUN Study. Obesity 15: 107-116.

*Bes-Rastrollo, M., N.M. Wedick, M.A. Martínez-González, T.Y. Li, L. Sampson & F.B. Hu. 2009. Prospective study of nut consumption, long-term weight change, and obesity risk in women. American Journal of Clinical Nutrition 89: 1913-1919.

Temas

Por Eduardo Angulo

Sobre el autor

Buscar


noviembre 2009
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30