Este es el protozoo parásito Toxoplasma gondii, del que ya he escrito en otro post hace unos meses. Es nuestro partícular Goaul’d (recordar Stargate), y es quien dirige la evolución humana según algunos autores. En aquel post ya se demostraba que cambiaba el carácter de hombres y mujeres, y para su autor, Kevin Lafferty, de la Universidad de California en Santa Barbara, en cierta forma, dirige la evolución de nuestra cultura.

(tomado de John M. Murray)

El ciclo vital del Toxoplasma para por gatos y roedores (habitualmente, ratones y ratas): el roedor come el protozoo, este forma quistes en todo su cuerpo y, sobre todo, en el cerebro; el gato se come el ratón y el protozoo, en el felino, se reproduce y es expulsado con las heces, y así vuelve a comenzar el ciclo. El protozoo sólo se puede reproducir sexualmente en el gato. Este el ciclo vital ideal, pero una lechuza puede cazar el ratón o un escarabajo comer las heces del gato o, quizá, ser ingerido, está claro que sin querer, por una mujer embarazada. Si el Toxoplasma llega al feto, le puede causar daños neurológicos irreparables. Por eso, deberían estar prohibidos los gatos cerca de las embarazadas.

Y hay que añadir, en relación directa con la evolución de la cultura humana que propone Kevin Lafferty, que así como los roedores huyen de los gatos en cuanto los huelen (huelen las feromonas que el gato desprende), esto no ocurre con los roedores infectados con Toxoplasma: estas ratas pierden su aversión a las feromonas de los gatos y, en consecuencia, el miedo a los gatos. Parece que quieren ser devoradas por su más temible depredador lo que, es indudable, favorece el ciclo del parásito. Este trabajo, presentado por Manuel Berdoy y su equipo, de la Universidad de Oxford, explica porque el 33% de las ratas salvajes están infectadas con el protozoo y, también, a través de los gatos, haya Toxoplasma en humanos en porcentajes que van desde el 22% en Gran Bretaña hasta el 84% en Francia; en general, la población mundial está infectada entre un 20% y un 80% por este protozoo (42% en España).

La infección con Toxoplasma en la especie humana es asintomática, es decir, no presenta síntomas externos ni, por lo tanto, daños o cambios visibles. Sin embargo, como ya escribió Lafferty, hay cambios en la personalidad. El grupo de Jaroslav Flegr, de la Universidad Carlos, de Praga, lleva varios años estudiando este asunto. Determinanla presencia de Toxoplasma en 857 militares del ejército checo y, a continuación, les someten a un cuestionario psicológico. Los militares con Toxoplasma demuestran un bajo interés por el cambio, menos iniciativa, y menos extravagancia y desorden que los individuos sin Toxoplasma. Además, los infectados tienen un cociente de inteligencia más bajo y una menor probabilidad de alcanzar la universidad que los no infectados.

Todo lo visto son datos generales y de personalidad de sujetos infectados y no infectados. Vayamos a lo concreto, por ejemplo, ¿las personas con Toxoplasma tienen más accidentes de tráfico? Pues sí: en Turquía, después de estudiar la presencia de Toxoplasma en 370 accidentados, son como cuatro veces más los que tienen el parásito. En la República Checa, Flegr y su grupo hacen un estudio parecido, con 146 accidentados en relación con 446 de la población en general, y descubren que tener el Toxoplasma aumenta 2,65 veces el riesgo de accidente.

Y, para acabar, un último y sorprendente dato: en otro estudio del grupo de Flegr, y en 1803 niños de la República Checa, nacidos entre 1996 y 2004, de cuyas madres se conoce la presencia del Toxoplasma, encuentran que, en madres positivas al parásito, nacen 100 niñas por cada 260 niños, cuando lo habitual es que el cociente chicas a chicos sea de 0,51. ¿Cuál es el mecanismo por el que el parásito consigue descompensar el cociente de sexos hacia los chicos ? ¿Qué ventajas presenta para su ciclo reproductor que nazcan más chicos que chicas? Preguntas sin respuesta, por lo menos por ahora. Lo que sí es seguro es que las poblaciones que tengan una presencia de toxoplasmosis cercana al 80%, antes o después se hará evidente el nacimiento de más niños que niñas.

*Berdoy, M., J.P. Webster & D.W. MacDonald. 2000. Fatal attraction in rats infected with Toxoplasma gondii. Proceedings of the Royal Society of London B 267: 1591-1594.

*Flegr, J. 2007. Effects of Toxoplasma on human behavior. Schizophrenia Bulletin 33: 757-760.

*Flegr, J., J. Havlicek, P. Kodym, M. Maly & Z. Smahel. 2002. Increased risk of traffic eccidents in subjects with layent toxoplasmosis: a retrospective case-control study. BMC Infectious Diseases 2: 11.

*Flegr, J., M. Preiss, J. Klose, J. Havlicek, M. Vitakova & P. Kodym. 2003. Decreased level of psychobiological factor novelty seeking and lower intelligence in men latenly infected with the protozoan parasite Toxoplasma gondii. Dopamine, a missing link between schizophrenia and toxoplasmosis. Biological Psychology 63: 253-268.

*Kankova, S., J. Sulc, K. Nouzová, K. Fajfrlik, D. Frynta & J. Flegr. 2007. Women infected with parasite Toxoplasma have more sons. Naturwissenschaften 94: 122-127.

*Sapolsky, R. 2003. Bugs in the brain. Scientific American March: 94-97.

*Yereli, K., I.C. Balcioglu & A. Ozbilgin. 2006. Is Toxoplasma gondii a potential risk for traffic accidents in Turkey? Forensic Science International 163: 34-37.