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Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Sueldo

De todos es sabido que los hombres ganan más que las mujeres. En España, y según el Informe Manpower de 2005, los hombres ganan un 50% más en las empresas y un 10,7% en el sector público, lo que se traduce a nivel general, en que los hombres ganan un 34,7% más que la mujer. Este es el hecho cierto, pero las interpretaciones son muchas y muy debatidas. Entre ellas está la que proponen Timothy Judge y Beth Livingstone, de la Universidad de Florida, que analizaron los datos de 12686 personas, obtenidos en cuatro entrevistas celebradas entre 1979 y 2005. Del número inicial de participantes, el 60% se mantuvo en el estudio hasta la cuarta entrevista. Se les preguntó sobre su ideología sobre el papel del género en el trabajo y en el hogar por medio de supuestos como si creía que el empleo de las mujeres casadas y con hijos suponía un aumento de la delicuencia juvenil, o si el hombre debe traer los recursos al hogar y la mujer cuidar a los hijos y tener la casa limpia y dispuesta. También contestaban preguntas sobre sus ganancias, prácticas religiosas, su trabajo fuera del hogar y su estado civil.

Los resultados indican que las ideas sobre el género predicen sus ganancias en el trabajo. Así, los hombres con ideas más tradicionales ganan 8500 dólares más al año que aquellos que tienen ideas más progresistas. Ovbiamente, son los que tienden a separar más su trabajo de lo que ocurre en el hogar. Para las mujeres, la situación se invierte y las que tienen ideas más tradicionales ganan 1500 dólares menos al año que las que mantienen puntos de vista igualitarios. Es más, en un matrimonio en el que ambos tienen ideas tradicionales, el marido puede ganar hasta ocho veces más que un matrimonio en el ambos tengan ideas más igualitarias.

En resumen, si los trabajadores son más tradicionales, sufre el sueldo de la mujer; si los trabajadores son más igualitarios, la diferencia en el sueldo entre hombres y mujeres disminuye. Y, además, aunque la pareja sea tradicional, ya hemos visto que el sueldo del hombre tradicional siempre es mayor que el de la mujer tradicional. Y, para acabar, quizá la diferencia salarial entre hombres y mujeres no sea sólo económica y política sino que, además, puede tener un importante componente psicológico.

*Judge, T.A. & B.A. Livingston. 2008. Is the gap more than gender? A longitudinal analysis of gender, gender role orientation, and earnings. Journal of Applied Psychology 93: 994-1012.

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