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Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Real Sociedad

Nosotros, los científicos ya lo sabíamos, pero, por lo menos para mí, fue Paul Forman, historiador de la ciencia estadounidense, el primero que me aclaró que somos, además de a veces unos pedantes, personas como todas las demás. Ayer, por ejemplo, cené con unos de los mejores historiadores de la ciencia españoles (por cierto, traductor de Paul Forman al castellano) y, además, furibundo hincha del Real Madrid. ¿Por qué no? Le gusta el fútbol, pues vale. Creo que fue Paul Forman, en su muy recomendable libro Cultura en Weimar, causalidad y teoría cuántica,... (léanlo, merece absolutamente la pena), quien cita a un periodista americano que va al Berlín de los años veinte a entrevistar a todas las lumbreras de la física: Bohr, Heisenberg, …, y, asombrado, descubre que son personas como todas las demás que incluso leen los periódicos y van al teatro. Perdonadme si la cita no es exacta, pero va por ahí.

Bueno, pues yo también, a pesar de mi imagen, que no es que precisamente adorne este blog, soy una persona normal, como todas las demás, e, incluso, me gusta el fútbol y, como vereis, no soy hincha de la Real Sociedad sino de otro equipo más cercano a mi corazón. Hay incluso alguno, no diría yo que exagerado, que ha declarado que se puede cambiar de partido político o de mujer pero nunca, nunca, de equipo de fútbol.

A lo que iba en este post, después de esta larga introducción. Una compañera de mi universidad, la del País Vasco, de la Facultad de Farmacia de Vitoria, llamada Marta Arroyo, junto con sus colegas, acaba de publicar un interesante artículo que demuestra que los jugadores de la Real no estàn muy a gusto con su cuerpo. Quizá por eso estén en Segunda; claramente, es falta de autoestima y eso tiene que influir en su moral y en su juego.

En el trabajo, Marta Arroyo y su grupo, miden la composición del cuerpo y la imagen de sí mismos que tiene 56 jóvenes, la mitad futbolistas de varios equipos de la Real, y la otra mitad universitarios, con una edad media de 19,6 años y un Índice de Masa Corporal medio de 23,3. En los resultados, los futbolistas tienen más masa muscular y menos grasa que los universitarios. Y estos resultados, ideales para unos atletas profesionales, resulta que no les gustan: prefieren parecerse a los jóvenes de su edad. Desearían algo menos de músculo y algo más de grasa. Y encima tienen que salir en pantalones cortos a jugar, para que se hagan públicos y evidentes todo lo que creen que son defectos. En fin, sigo pensando que mientras los jugadores de la Real Sociedad no se acepten a sí mismos como son, difícil será que vuelvan a Primera División y puedan volver a jugar con mi equipo.

*Arroyo, M., J.M. Gonzalez-de-Suso, C. Sanchez, L. Ansotegui & A.M. Rocandio. 2008. Body image and body composition: Comparisons of young male elite soccer players and controls. Sport Nutrition and Exercise Metabolism 18: 628-638.

*Forman, P. 1984. Cultura en Weimar, causalidad y teoría cuántica, 1918-1927: adaptación de los físicos y matemáticos alemanes a un ambiente intelectual hostil. Alianza Ed. Madrid.

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