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IÑAKI CERRAJERIA

La ilustración

Palabras que mece el viento

 

 

MOBILIARIO URBANO por ÁNGEL RESA

Foronda garantiza seguridad y Loiu, rentabilidades. En la batalla de los aeropuertos sobra la demagogia y escasea el sentido común

Que no se trata de meternos con los bilbaínos. Que, de hecho, podríamos importarles algunas de sus evidentes virtudes sociológicas. En cada sitio hay de todo, como se vanagloriaban las boticas antiguas. Pero habremos de convenir que, en general, allá gastan un carácter más abierto y hospitalario, a pecho descubierto y menos reservado. Les pierde –hablo siempre en términos mayores porque las excepciones existen para confirmar las reglas- la efervescencia gaseosa que nace en las cuerdas vocales y sale por la boca. Escrito este preámbulo que herirá la sensibilidad de mis conciudadanos más susceptibles, resulta muy complicado defender lo indefendible. Me refiero a las condiciones atmosféricas que envuelven a Loiu en jornadas ventosas y deparan emociones fuertes como las que generan los parques de atracciones. Pulsos acelerados, corazones encogidos y jaculatorias musitadas al cuello de la camisa.

Si no fuera por la seriedad del asunto sucumbiríamos a títulos de filmografías disparatadas del tipo ‘Aterriza como puedas’. Decidí el viernes escoger el tema tras ver las imágenes que colgó  este periódico en su versión digital de un aparato zarandeado por Eolo. Lo hice horas antes de que el Baskonia agudizase aún más su crisis nerviosa tras la pasión turca del jueves con el intento funambulista del avión que traía al equipo por posar las ruedas sobre una rampa deslizante. En realidad me bastaba el vídeo anterior, una flipante grabación que mostraba un aparato borracho, sacudido por los bandazos del que no se tiene en pie a las tantas de la mañana mientras trata de acertar con la llave correcta. Algo así como una paloma beoda, aprovechando el nombre de la terminal que diseñó el tercero de los Calatrava. O sea, el arquitecto.

Me imagino, como si la estuviera viviendo, la angustia del mejor narrador de baloncesto jamás conocido, el amigo Rafa Muntión con quien servidor ya padeció un viaje mortuorio a Macedonia va para dieciocho años en el mosquito de los c… Supongo que al lado de aquella agonía interminable de rayos en el fuselaje y noche cerrada al punto del mediodía, lo de anteayer se quedaría en susto morrocotudo. Leo los tuits de Nocioni, hombre que ha sobrevolado cientos de veces los cuatro puntos cardinales. “Aterrizar en Loiu es un milagro”. O los del longitudinal Pleiss en términos de canguelo similares. Dicen los expertos que la orografía escarpada de la terminal vizcaína convoca a las turbulencias y que el viento sur enloquece a los aviones que entran desde el mar o ven a sus pies la calma definitiva del cementerio deriotarra.

Si optamos por la seguridad no caben debates sobre la idoneidad clara de Foronda. De recurrir a facturaciones económicas, Bilbao gana por goleada. Y en torno a la batalla de las terminales se dispara con abundante munición interesada y escasísimo sentido común. Por ejemplo, el absurdo mayúsculo de abrir una instalación cada setenta kilómetros con la táctica miope y localista de los reinos de taifas. Cada cual pretende tener su polideportivo, su iglesia, su centro comercial y su aeropuerto. Y así vemos luego infraestructuras cadavéricas como Ciudad Real y Castellón o estadísticas de pasajeros sonrojantes en otros aeródromos. Ha faltado racionalidad o, como reclamaba el famoso chiste de la orgía con la luz apagada, “organización”.

Pero no nos rasguemos las alas. Las compañías de pasajeros renuncian a instalarse en Vitoria porque no sacan rentabilidad a las cuentas. Prefieren el mercado demográfico vizcaíno, donde además las instituciones han apoyado tradicionalmente su terminal como nunca ha ocurrido aquí. Pasadas ya tres décadas, demasiadas manifestaciones reverberan los sonidos de las cajas huecas y huelen a ventajismos partidarios. El PP alavés reclama para Foronda lo que le niegan sus compañeros de Madrid. Y no olvidemos que la competencia, adoptemos la postura acrobática que queramos, pertenece al ministerio de Fomento a través de Aena. En medio de los aires revueltos, el Gobierno vasco ayuno de legislación en la materia respalda la idea de definir al aeropuerto de Vitoria como auxiliar del vizcaíno. Hagamos la quiniela Foronda-Loiu. ¿Seguridad? 1. ¿Economía? 2. ¿Demagogia? X. Lo demás son palabras que mece el viento.

 

La actualidad en una sonrisa. Por Iñaki Cerrajería

Sobre el autor

La intención de este blog es recopilar mi trabajo diario en las páginas de EL CORREO. Caricaturas de escritores y otros personajes, las elecciones vascas con humor, páginas especiales, planas sobre fiestas de Vitoria-Gasteiz, San Prudencio, San Juan del Monte,... El fútbol con las jornadas del Deportivo Alavés, recreaciones de juicios, las ilustraciones para artículos y por supuesto, las tiras diarias de las ediciones de Álava y los domingos de Bizkaia y Miranda de Ebro. Desde todos estos espacios podéis acceder a las noticias, datos adjuntos y participar de forma activa añadiendo vuestros comentarios e ideas. Asimismo, encontrareis en las secciones del blog distintos trabajos que han sido publicados en años anteriores y que poco a poco voy añadiendo. Espero que sonriáis un poco navegando en este espacio.

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