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IÑAKI CERRAJERIA

La ilustración

El mes del Angliru

 

 

MOBILIARIO URBANO por ÁNGEL RESA

Vuelve septiembre para recordar con Julio Iglesias que la vida sigue igual

No hay modo de oponerse al ciclo cartesiano de las estaciones temporales. Con la irrupción de septiembre asoma la patita el otoño y su abrupta manera de devolvernos a la realidad. Merman los días y crecen las noches en esta ciudad donde andamos tan cortos de luz solar que el gris repercute en los estados de ánimo. Y vuelve el curso en sus dos vertientes, la escolar y la política, que ambas procuran la misma pereza. Regresan los titulares con declaraciones grandilocuentes y huecas de muchos electos, retorna la sopa de letras que forman las siglas de los partidos. Y acuden a su cita anual las clases, que a demasiados alumnos les sienta como una patada en la boca del estómago tras un verano de vida entregada al hedonismo.

Supongo que no existe relación alguna entre el cambio de abril a septiembre de la Vuelta ciclista y la verdadera cuesta que para las familias supone este mes de los corrientes. Crecimos escuchando que enero era un puerto de montaña que ríanse del Angliru a la hora de dejar temblando las cartillas de ahorro. Pero el mal también se ha trasladado ocho casillas en el calendario. Cuentan que los hijos procuran alegrías, pero también algunos disgustos y, sobre todo, resultan muy caros. Hace falta dejar un acopio de remanente para presentarse en el colegio o la librería y comprar los volúmenes de texto. Ya he escrito en alguna otra ocasión, y me reafirmo, que por sus precios deberían venir estampados en pan de oro y papel-biblia, ya forrados y con el nombre del alumno en letras góticas.

Septiembre se presenta como un visitante mal educado. Exige mucho y regala poco. También otorga a Vitoria la imagen de esa normalidad cotidiana que se traduce en un caos circulatorio semejante al de un enfermo cardiovascular. Se me ocurren dos centros escolares, pero seguro que al mínimo esfuerzo estiran ustedes la lista, donde reinan las dobles filas -largas como la cadena catalana por la independencia- con el consentimiento municipal. Lo tengo preguntado a algunos agentes locales. “¿Es normal esto?” Dibujan en sus caras expresiones de entender el cabreo ciudadano, pero aluden al viejo refrán que impide al marinero mandar cuando por encima se encuentra el despacho del patrón. Consignas políticas que permiten una barbaridad en sí misma.

Ya han regresado al ruedo babazorro las polémicas internas de la Corporación, un sitio donde mucha gente no se traga ni emplea un segundo de su tiempo en disimularlo. San Antonio y Bonilla son lugares recurrentes que amenazan con copar titulares.. Ya ha retornado la amenaza metálica de la Unión Europea, que se plantea multar al Palacio de la Provincia por aquellas ‘vacaciones fiscales’ de los noventa que suponían una prebenda injusta. A algunas empresas se les perdonaban impuestos mientras a los contribuyentes de a pie no nos permitían ni un leve absentismo tributario. Otra vez el viejo dicho del patrón y los marineros.

Vuelve la algarabía infantil de los recreos infantiles que sube hasta las casas desde los patios. Ya ha vuelto la OTA lapidaria que el Ayuntamiento tiene como una fuente considerable de ingresos. Y se vislumbra en el horizonte la ordenanza municipal sobre las bicicletas que promete elevar el termostato de las discusiones. Entro en la versión digital de est diario y leo que el artículo más leído corresponde a una sección semanal de la compañera Iciar. Anuncia/denuncia que los 27 ediles -incluyendo al mayor de ellos, el alcalde- suman 30 cargos de confianza. De los comentarios a la noticia se desprende el olor fuerte del malestar. Ya no encuentro los reportajes agradables y livianos sobre viajes y demás ocupaciones del ocio que nos permiten descansar cada verano de la matraca ordinaria. El ciclo rítmico de las estaciones posibilita un nuevo septiembre y, con él, el recuerdo de Julio Iglesias cantando a una vida que sigue igual..

La actualidad en una sonrisa. Por Iñaki Cerrajería

Sobre el autor

La intención de este blog es recopilar mi trabajo diario en las páginas de EL CORREO. Caricaturas de escritores y otros personajes, las elecciones vascas con humor, páginas especiales, planas sobre fiestas de Vitoria-Gasteiz, San Prudencio, San Juan del Monte,... El fútbol con las jornadas del Deportivo Alavés, recreaciones de juicios, las ilustraciones para artículos y por supuesto, las tiras diarias de las ediciones de Álava y los domingos de Bizkaia y Miranda de Ebro. Desde todos estos espacios podéis acceder a las noticias, datos adjuntos y participar de forma activa añadiendo vuestros comentarios e ideas. Asimismo, encontrareis en las secciones del blog distintos trabajos que han sido publicados en años anteriores y que poco a poco voy añadiendo. Espero que sonriáis un poco navegando en este espacio.

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