Ciertamente necesaria en muchos tipos de cáncer, la radioterapia,  no solo elimina las células cancerígenas, también puede afectar a tejidos sanos que están en el área del tratamiento.

Y cuando el cáncer es de útero se tiende a tratar a través de la vagina con las consecuencias que de ello se derivan. Ya que es uno de los efectos secundarios de la radioterapia son las quemaduras que aparecen, como si fuesen quemaduras solares.

Y claro, si estas quemaduras están en la vagina…el dolor durante las relaciones coitales puede ser un impedimento para ellas.  También es verdad que si te radian la pelvis pueda aparecer un dolor similar,  ya que la mucosa de la vagina se inflama.

El problema que suele darse en estos casos es que no se tiene muy en cuenta por los profesionales médicos del resultado del tratamiento para la vida sexual de la paciente. La urgencia es la vida, y en eso estamos de acuerdo, pero sabiendo lo que ocurre también habría que tratar de paliarlo o incluso impedir que no llegue a ocurrir.

Como en muchas cosas de la vida ponemos solución al final y entonces ya no hay remedio.

Para evitar que la vagina pierda su elasticidad durante el tratamiento es muy interesante usar dilatadores mientras se realiza el tratamiento.

Generalmente solo se recomiendan cuando la mujer ya ha acabado con toda la radioterapia y pasado un tiempo quiere volver a tener relaciones sexuales y éstas no son posibles por el dolor que conllevan. Pero aquí no vamos a decir que sea tarde ya, pero si que vamos a destiempo.