La televisión marca tendencia, eso ya lo sabemos,  pero de lo que nunca nos damos cuenta es de que también marca “presiones” o “ansiedades” que no tienen ningún sentido de ser.

¡Es tan fácil el sexo en el cine! Ver cómo disfrutan sin cansarse de X postura, todo les va bien,… y para culminar … ¡llegan al orgasmo a la vez!

Pero que todo encaje es difícil, no siempre posible. Son pocos los que logran ese maravilloso encaje y muchos los que peleamos  por encajar el uno con el otro. Ya nuestro profesor del master de sexología, hace años ya de esto, nos decía que el sexo más estupendo que hay es el sexo imperfecto. Ese sexo que no se planifica, que surge con la otra persona, es decir que nunca es igual a otra y todos los días cambia, porque no es perfecto y por lo tanto, no sigue un guión.

No llegar al orgasmo a la vez no significa que no sea mi “alma gemela”, si es que eso  de las almas gemelas existe. Tampoco significa que no disfrutes en esa relación, ¡no significa nada!  Nada más allá de  que tenéis distintos tiempos para llegar al orgasmo.

Llegar al orgasmo no solo tiene que ver con la técnica, si así fuese las personas que acuden a consulta porque no llegan a él, ni simultaneo, ¡ni nunca! con un librito bueno donde les diga dónde tocar , cómo y con qué velocidad….¡bastaría! , y no es así. El cómo uno esté emocialmente influye, influyen tus traumas o no traumas,… no es tan fácil.

Siempre os hemos dicho que no puede ser que él tenga que andar pensando en “desgracias” o distrayéndose para no correrse antes que nosotras, es decir, no disfrutando del momento y solo pensando en aguantar  y nosotras, por otro lado, intentando subir y subir nuestra excitación, no para pasárnoslo mejor aún, sino para acelerar y poder corrernos con él, es decir, perdernos el ratito de placer  y de pasárnoslo bien  que aún nos queda, por llegar  pronto y que él “ no se canse”

Para llegar a la vez hay que conocer muy bien el propio cuerpo y sus posibles reacciones… y el del otro. Llegar a la vez no es imposible… pero sí difícil y requiere  haber tenido experiencias previas con esa persona, vamos que ya pretenderlo con parejas esporádicas… es el “más difícil todavía”, que cuando éramos más jovencitas, decían en el circo.

No os agobiéis por llegar a la vez, disfrutad del encuentro, lleguéis cuando lleguéis. Y recodar que el sexo más perfecto es el imperfecto, que no atiende a nada más que a la interacción de ese momento entre esas personas.