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Esto va de sexo

¿Susurros y gemidos eróticos: excitan o asustan?

 

 

Sí, para gustos están los colores. Nos cuentan las malas lenguas que hay gente que se muere porque su pareja gima y se retuerza de placer, ya que dicho sea de paso, se atribuyen esos sonidos y movimientos a “su buen hacer sexual”.

Pero como decimos… hay gustos para todo. Y otras personas echan a correr si su pareja sexual gime y chilla de placer. ¿Lo ven escandaloso y algo teatral quizás?

Nosotras, sin embargo,  decimos que pueden ayudarte a crear el mapa del momento, es decir, esos gemidos o palabras susurradas al oído te pueden ir diciendo si vas bien o mal encaminado, cuando gime o chilla de placer…¡vas bien! Si por el contrario,  la pareja permanece inmóvil, no se “retuerce” y no sale expresión alguna de su boca…, es decir , parece una estatua , uno o una no tiene ni idea de si  va bien o si es que ni siquiera va, si la otra parte está pensando en otras cosas, cosas que nada tienen que ver con el momento sexual que uno de los dos si parece que vive y siente y el otro… es una incógnita.

No hay nada más excitante que ver a nuestra pareja excitada y qué mejor forma que oírla.

Y si ya le vamos diciendo cositas al oido… ummmm.

Pero…no siempre es fácil, hay personas que se cortan, se inhiben, les da vergüenza por cómo les hace sentir o bien por el qué pensará de mí si le digo “una guarrada” o si muestro pasión y desenfreno.

Imagínate, por ejemplo, que tu pareja te va susurrando una fantasía que a ambos os gusta y excita… el calor del momento puede subir muy muy alto.

En la cama podemos decir cosas y palabras que jamás usaríamos fuera de ella porque incluso serían un insulto para el otro. Por ejemplo “eres mi puta” o “métemela ya cabronazo”, cosas que fuera del contexto erótico… mal, mal.

Puedes pedir, y hazlo con vehemencia, suplícaselo, y/o ordénaselo.

Y una cosa que nos excita mucho a todos es que nos sorprendan, pide y haz cosas nuevas cada día, cúrratelo, una cosa muy excitante a base de repetirla y repetirla pierde intensidad y excitación.

Y por otro lado… están los vecinos. S, sí, los vecinos. Esos, que si somos de los que gemimos y chillamos, nos miran en la escalera con una mezcla de envidia y molestia. Esos vecinos pueden hacer que nos cortemos en nuestra expresión del placer. Y los vecinos más cercanos que tenemos son nuestros hijos. Si podéis, elegid vuestra habitación un poco separada de la de ellos y que no pegue pared con pared con la de los vecinos. Eso puede dar intimidad y facilidad para poder expresarse.

Bueno, como siempre animaros a que uséis cuantos más sentidos mejor a la hora del sexo: la vista, el gusto, el olfato, el tacto se da por hecho, y cómo no …el oído.

 

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Por Lurdes Lavado y Mertxe Gil

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diciembre 2014
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