Después de este parón involuntario, estamos aquí de nuevo. Y, sin apenas darnos cuenta, ya en febrero. Parece que fue ayer cuando estábamos celebrando las navidades y ya ha pasado un mes, enero, con su inseparable cuesta, este año más acentuada si cabe debido a la “dichosa” crisis. Y si además le añadimos el “maravilloso” tiempo que tenemos…
Y esta situación se traslada al estado de ánimo de las personas. Ha sido un mes difícil, que si ya habitualmente influye en el espíritu y en los bolsillos de la gente, este año se nos ha presentado con la cuesta más pronunciada que nunca. Y esto lo notamos también en la consulta. El ánimo está bajo mínimos, cuesta salir de casa, la apatía se extiende y, consecuentemente,…las relaciones sexuales disminuyen o se hacen más frías porque la cabeza está más centrada en los mil problemas que rodean el día a día de cualquier persona. En mayor o menor medida, pues evidentemente la reacción de cada persona ante las dificultades es diferente, todos y todas trasladamos de alguna manera estos problemas a las relaciones con los seres más cercanos, incluida nuestra pareja.
Para hacer más llevadero el bache, nosotras proponemos una receta sencilla y muy barata: encontrarte en la intimidad con tu pareja. Sólo tenemos que poner ganas y olvidarnos del tiempo. El beneficio está asegurado. Os sugerimos una sesión de caricias en un ambiente relajado, con música, luz tenue… (a gusto de cada cual, es sólo una propuesta) y dos cuerpos desnudos o semidesnudos, dispuestos a recorrer y descubrir cada centímetro de la piel de nuestra pareja. La piel es el órgano sexual por excelencia. Consiste en SENTIR. ¡Ah! Y con una prohibición: NO se pueden tocar los genitales, ya que es muy aconsejable y saludable olvidarnos de ellos de vez en cuando para descubrir y experimentar nuevas y placenteras sensaciones sin estar condicionados por la genitalidad. Os animamos a que lo experimentéis.
Vamos a empezar febrero despertando los sentidos, y a hacer que este mes tan cortito sea tan agradable como intenso.