Bueno, pues las suspicacias iban bien encaminadas. La película ‘Mil años de oración’ del cineaste americano de origen hongkonés Wayne Wang se ha llevado la Concha de Oro del festival de San Sebastián, que por su parte ha galardonado a la actriz española Blanca Portillo con la Concha de Plata a la mejor actriz. Se han cumplido las suspicacias, decimos, porque una agencia de noticias le deslizó una pregunta comprometida al director del certamen, Mikel Olaciregi, antes de iniciarse el visionado de las películas. El periodista le preguntó si podía existir sospecha dada la afinidad evidente entre Wayne Wang y el presidente del jurado, Paul Auster, con quien colaboró el hongkonés en ‘Smoke’ (la versión cinematográfica del relato de Auster El Cuento de Navidad de Auggie Wren), su extraña secuela ‘Blue in the face’ y ‘The Center of the World’, donde Auster firmó parte del guión. Me mofé de ello (¿Corrupción en Donostia?, escribí) y ahora me como mis palabras, aunque todo haya sido mera casualidad.
En el resto del palmarés, Gracia Querejeta recibió el premio al mejor guión por ‘Siete mesas de billar francés‘, compartido con la estadounidense ‘Honeydripper’, de John Sayles. La Concha de Plata al mejor actor fue para Henry O, también por el filme de Wang, mientras que la distinción al mejor director fue para Nick Broomfield, que presentó a concurso ‘La batalla de Haditha’. La iraní ‘Buda explotó por verguenza’ de Hana Makhmalbaf, una de las favoritas a la Concha de Oro, recibió el premio especial del jurado.
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