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El córner

“Una delantera como nunca hubo otra”

“En treinta años de fútbol no hemos visto nada tan extraordinario como los primeros minutos de juego del Athletic en su partido del domingo. Tan pronto como se puso en juego la pelota salió a relucir esa difícil facilidad de una línea delantera que crea y remata como nunca hubo otra”. Así comenzaba la crónica en El Pueblo Vasco del Athletic 12 – Barcelona 1, uno de los marcadores más célebres en la centenaria historia del club de Ibaigane.

El mítico encuentro se disputó el domingo 8 de febrero de 1931 y los lectores de la época tuvieron que esperar dos días para leer la crónica ya que los lunes el periódico no salía a la calle. Eran otros tiempos para los medios de comunicación y también para la afición bilbaína. El delantero rojiblanco ‘Bata’ se convirtió en uno de los artífices de la hazaña. El cronista a duras penas lograba contener su entusiasmo por lo acontecido. “Bien jugando sobre un ala, bien llevando el juego por el centro, o cargando el balón a la otra ala, el Athletic, en unos pocos minutos, matizó el fútbol perfecto. En el campo había otro equipo de técnica depurada. Pero ese otro equipo se vio tan anulado en estos minutos, que todos los espectadores recibimos la sensación de que sólo jugaban los de camiseta blanca y roja”.

Pese a lo que pueda parecer, el choque no estuvo exento de emoción. Dos goles de Bata sirvieron al Athletic para adelantarse pero Goiburu recortó la distancia para los culés. Fue un espejismo. El cronista admitía sus dudas sobre la autoría del tercer gol, que atribuía a Roberto. Eran tiempos sin repeticiones en la tele ni mejores jugadas en elcorreo.com. Gorostiza, Lafuente y Bata, de nuevo, marcaron antes del descanso. El delantero rojiblanco se marchó a la caseta con un hat-trick en el bolsillo y el equipo con un abultado 6-0 a su favor. Resultaba tal la calidad del Athletic que el cornista se veía obligado a resumir: “Estos seis tantos fueron precedidos y proseguidos de las más extraordinarias jugadas”.

La segunda parte fue una fiesta. En ella Bata lograría un segundo hat-trick, convirtiéndose en el autor de seis de los doce goles del Athletic. Pichi e Iraragorri cerraron la cuenta del Athletic y Sastre, en propia puerta, amplió el disgusto de los culés. El 12-1 quedó grabado en la memoria de todos.

El cronista también dedicó unas palabras elogiosas al rival. “No se declararon tan fácilmente vencidos. Solamente al final parecieron agotados y sólo al final perdieron la fe. Si entonces los nuestros hubieran querido ensañarse, el hombre del tanteador hubiera tenido que marcar a lápiz los tantos”. El bilbainismo no es cosa de ahora.

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Por Jesús J. Hernández

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