El otro día, en una clase de matemáticas de 3º de ESO, nos fuimos por los cerros de Úbeda y comenzamos a divagar. Que si la relatividad de Einstein, que si el tiempo “va más lento” a mayor velocidad, que si los agujeros negros,…En una de estas, un alumno preguntó:
–¿Cuanto tiempo tardaríamos en llegar a la estrella más cercana yendo a 80 km/h?
Interesante pregunta. Rápidamente, pasamos a hacer unos sencillos cálculos.
– Pongamos que la estrella más cercana se encuentra a 4 años luz– dije.
En realidad Próxima Centauri se encuentra a 4,22 años luz
– ¿Cuantos kilómetros son 4 años luz?
Redondeamos el año a 365,25 días. Eso son 31 557 600 segundos por año, 126 230 400 segundos en 4 años. Y como la velocidad de la luz en el vacío es de 300 000 km/s
– 3.786912 por 10 elevado a 13 kilometros
– Bufff. Mucho, ¿no? ¿Cuanto tiempo nos llevaría entonces el viaje?
A 80 km/h nos supondrían 4,73364 elevado a 11 horas.
– Buff, que mareo. ¿Y eso es mucho?
– Pasémoslo a años
– !54 MILLONES DE AÑOS¡
Pero podemos ir más rápido. La Voyager 2 viaja a 14 km/s, con lo cual llegaría a Próxima Centauri, en caso de dirigirse hacia allí, en 85 714 años. Y a la que se cree que es la mayor velocidad jamás lograda por un ingenio humano, las sondas Helios, lanzadas a mediados de los 70, que alcanzaron los 252 800 km/h, tardaríamos 17 088 años.
Y todo esto para llegar a la estrella más cercana, a apenas 4 años luz. Si tenemos en cuenta que se estima que nuestra galaxia, la Vía Láctea, tiene una longitud de 100 000 años luz o que la galaxia “cercana” de Andrómeda se encuentra a 2 560 000 años luz,… mucho me temo que lo de viajar a otras estrellas o galaxias lo tenemos un poco crudo.