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Íñigo Domínguez

Íñigo Domínguez

Chapuzón en Sicilia

  Como quizá ya sepan en Lazio, la región de Roma, dimitió la gobernadora, Renata Polverini, y se terminó la legislatura. El parlamento regional está cerrado. ¿Cuánto? No se sabe, han pasado 35 días y la Polverini sigue sin convocar elecciones. Entretanto, el parlamento, cerrado y todo, sigue devorando 346.000 euros al día en gastos. Vamos, lo que cuesta un piso. Es decir, ya van fundidos más de 10 millones. Así que imaginen cuando hacían algo. Si a este paso se vota en febrero se comerá unos 41 millones. Este dineral se va en los sueldos de estos 71 sinvergüenzas que se sentaban en los escaños, sus pluses de escándalo, partidas fijas para sus gastos pantagruélicos y pago de informes externos, asignados a amigotes y queridas. Además del mantenimiento del edificio. Todos siguen cobrando. El sueldo de cada uno es de 10.000 euros limpios, más 4.000 para “relaciones con los electores”.

  Si han seguido el escándalo de Lazio, estos pájaros se habían subido en dos años de 1 a 14 millones los fondos para financiar las actividades de los partidos. Porque hacer política es carísimo, claro. A nivel nacional los partidos se han repartido desde 1994 un total de 2.300 millones, en concepto de reembolso de gastos electorales. Como ya hemos contado, es una patraña y se roban muchísimo más de lo que se gastan en las campañas, y sin ningún control. Fue un truco ideado para burlarse en la cara del pueblo italiano, que en 1993 había votado masivamente en referéndum -un 90%- el fin de la financiación pública de los partidos, tras el escándalo de Manos Limpias. Pero luego se la metieron doblada, hasta hoy.

  Entonces llegamos al día de hoy, al lunes concretamente, y en las elecciones regionales de Sicilia resulta que el primer partido ha sido el Movimiento Cinco Estrellas de Beppe Grillo, con un 18%. Vamos a decirlo bien alto: SE HAN GASTADO EN LA CAMPAÑA 25.000 EUROS, sin financiación pública. Bueno, Grillo se ahorró el barco porque pasó el estrecho de Messina nadando, en plan machote (foto de arriba). Luego se cascó 40 mítines en las dos últimas semanas, llenando plazas, hasta en Corleone. Lo que hemos contado de Lazio, al lado del parlamento de Sicilia, es casi modélico. La isla es el reino del despilfarro y el saqueo despiadado de las arcas públicas. Ahora bien, el líder del movimiento de Grillo en Sicilia, Giancarlo Cancelleri, lo primero que ha dicho es que ellos se han asignado un sueldo de 2.500 euros, porque les parece que con eso ya está bien, y el resto lo devolverán. Ellos no están en esto para hacerse ricos. Se trata de una auténtica mutación antropológica del animal político itálico.

¿Se explican ustedes ahora el éxito del movimiento de Beppe Grillo? Los partidos de Roma están acojonados. No es para menos. Veamos los datos:

-Abstención, 52%. Han votado menos de la mitad de los sicilianos. La gente está hasta el gorro de los políticos.
-El Partido Demócrata (PD, centroizquierda), que ha ganado los comicios en coalición con UDC y otras formaciones, ha sacado 248.000 votos, un desplome del 48% respecto a 2008. La UDC cae un 38%. Pero lo celebran como un hito histórico. El que no se contenta es porque no quiere. Hombre, algo lo es porque su candidato, Rosario Crocetta, es de izquierdas, antimafia y homosexual. Las tres cosas son inéditas para un gobernador de Sicilia, si llega a serlo, porque no tiene mayoría. Pero ha ganado como ha ganado.
-El Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi se pega un trastazo de escándalo: pierde un 73% de los votos.
-Grillo ha subido de 46.000 votos a 285.000, un 512%.

Es ahora cuando resuena en Italia, pues hay elecciones generales en abril, si no antes, un grito ancestral muy familiar: ¡Tutti a casa! Es decir, echar de una vez a estos mangantes. A ver en qué se queda todo esto. ‘Tutti a casa’ es el título de una película magistral de Luigi Comencini, de 1960, con el gran Alberto Sordi, bendito sea allá donde esté. Interpreta a un teniente que tras la rendición italiana del 8 de septiembre de 1943 no sabe qué hacer con sus hombres. La confusión es total, porque de repente los alemanes, hasta entonces aliados, se convierten en enemigos. Pero muchos alemanes desertan. En el fondo todos están hartos de la guerra y quieren volver a casa. Es la desbandada final.

Sinopsis: Aparece un soldado y todos se ponen nerviosos, pero se les rinde allí mismo, quiere que le hagan prisionero. “Pero mira este, quién sabe lo que me había pensado, me ha dado hasta miedo. Vete a… Vamos chicos, este está loco”. “Es mi derecho”, replica el alemán. “¿Pero qué derecho, quién te lo ha dicho?”, contesta Sordi: “¡Es inútil que me sigas, yo prisionero no te hago!”.

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