Existe un pueblo donde todos pagan el impuesto de la RAI

Una noticia positiva, para que luego digan. Un pequeño pueblo de 130 habitantes llamado Collobiano, en provincia de Vercelli, cerca de Milán (norte) ha sido señalado como el único de Italia en el que todos sus habitantes pagan el famoso ‘canone’ de la RAI. Hay 37 familias y lo pagan las 37. Ya lo hemos citado alguna vez, es la tasa anual por ver la tele y basta tener en casa un aparato televisivo, aunque uno jure que no ve la RAI en todo el año. Anda por los 100 euros. En el otro extremo de la lista, San Cipriano d’Aversa, provincia de Caserta (sur), 13.000 habitantes, donde sólo lo pagan el 7%. «Nuestro secreto es la solidaridad, comportarse como una gran familia», dicen en Collobiano.

(Reportaje de una página, con llamada en primera, en La Stampa, 17 de febrero 2011)

Al día siguiente, carta emocionada de agradacimiento al alcalde de Collobiano del presidente de la RAI, Paolo Garimberti, «por el ejemplo que su municipio da a todo el país»: «Leyendo sus declaraciones en La Stampa he reencontrado en sus palabras ese ejemplo de sentido cívico que debería estar en la base de todo comportamiento y que en cambio parece ser, al menos en cuanto al pago de la tasa de la RAI, una mercancía rara».

(La Stampa de hoy, 18 de febrero 2011)

Bungalows de lujo ilegales pagados por el Estado

En Nápoles se ha alcanzado un nuevo récord de urbanismo ilegal en la costa. Era difícil, porque en esta región, Campania, cada día se construyen 16 casas ilegales y una de cada tres levantadas en la última década también lo es. Además el comité que exige una nueva amnistía para legalizarlas se llama ‘Amigos del territorio’. Pero aquí está el récord: han construido junto a la playa un gran complejo de vacaciones de lujo para mil personas, con tres piscinas y cuatro estrellas, en un bosque protegido de propiedad pública… y con una ayuda de financiación pública de 383.000 euros obtenida con facturas falsas. Tampoco tenían licencia hotelera, ni comercial ni hostelera. Empezó siendo un cámping en 1996.

(La Stampa de hoy, 18 de febrero 2011)

Nueva plaga de grupos políticos de una sola persona

Como se temía, tras las elecciones regionales de hace diez meses, una nueva plaga de ‘monogrupos’, grupos de una sola persona -que es el ‘capogruppo’, naturalmente-, ha invadido los distintos parlamentos territoriales. En total, hay 60, el 38% del total, sobre todo en las regiones del norte. Aunque ha bajado de los 75 que había en 2007. Lo hacen porque con ello se benefician de un sueldo mayor, reembolsos de gastos y otros privilegios, con un coste anual de entre 100.000 y 150.000 euros al año. Es decir, mantenerlos toda la legislatura les cuesta a los ciudadanos 30 millones de euros.

Un ejemplo. El único componente del grupo es, por supuesto, su coordinador, así que además del sueldazo que ya cobran -algunos llegan a los 15.000 euros al mes- reciben 1.000 más por las labores de coordinación (de sí mismos). Y además: coche oficial, oficina, ordenador, secretario, portavoz,… todos a contratar entre los amigos como mejor les parezca, según las reglas de cada región, que llegan hasta permitir siete personas con sueldos de 1.000 a 3.000 euros.

(La Stampa 10 de febrero 2011)

Milagro electoral: gana con más votos que votantes

La proliferación de monogrupos tras las elecciones regionales de marzo de 2010 es obra humana, pero no es nada en comparación con el milagro registrado en Francavilla Fontana, provincia de Brindisi (sur): hubo 619 votantes y salieron 659 votos. El beneficiario de tal multiplicación -el ‘miracolato’, se dice en italiano- fue el veterano ex-senador -cuatro legislaturas- Euprepio Curto. Es el chico de la foto. Se ha sabido tras la inspección abierta por un recurso de otro político que le disputa el escaño, ganado por Curto por un puñado de votos. Las papeletas del milagro fueron fáciles de reconocer en la inspección porque estaban hechas una bola de cualquier manera y sujetas con celo, y no tenían sellos ni firmas. También hay irregularidades en las actas de los miembros de la mesa y, concretamente, surgen dudas sobre uno de ellos, la señora que entregó el fardo de votos milagrosos en la oficina electoral municipal, donde casualmente trabaja su marido. El tribunal administrativo de Bari, no obstante, le ha dado la razón a Curto. Su oponente ha recurrido.

Curto es un viejo conocido de la picaresca política. En 2003 estuvo involucrado en el escándalo de enchufes de Francavilla: 23 de los 27 ganadores de una oposición a puestos en el ayuntamiento resultaron ser familiares de políticos locales. Otro milagro. Luego, en 2008, le hundieron con una broma maligna en la tele: uno se disfrazó de magnate ruso con una cámara oculta y le propuso abrir un casino en la zona, con la correspondiente comisión. Mejor dejamos a un lado la reacción de Curto, pero que sepan que no le echó. Le echaron, en cambio, de su partido, Alianza Nacional, pero eso en Italia no es problema, porque se fue a otro, la UDC democristiana, y con ella se presentó a las regionales. Ahora es consejero regional de Puglia.

(Corriere della Sera, 8 de febrero 2011)