>

Blogs

César Coca

Divergencias

Un libro cada semana: ‘El hombre que no fui’ de Javier Menéndez Flores y Melchor Miralles

el-hombre-que-no-fuiEn la lista de los crímenes sin resolver de cuantos ha habido en España en el último medio siglo, dos aparecen muy destacados por encima del resto. Uno, el de los Galindos, un quíntuple asesinato en una finca de la localidad sevillana de Paradas, en julio de 1975. Nunca hubo acusado alguno, ni móvil, ni hipótesis verosímil sobre lo sucedido. El segundo crimen fue bien distinto: se trata del asesinato de los marqueses de Urquijo, en su casa de Madrid durante la noche del 31 de julio al 1 de agosto de 1980. En este caso, sí hubo juicio y condenado. Este fue Rafi Escobedo, exesposo de la hija de los marqueses, que luego, según la versión oficial, se suicidó en el penal del Dueso, en Santoña. Pero pese a la investigación judicial, quedaron tantos puntos oscuros que todavía hoy no existe una versión razonable, con pruebas, de quién o quiénes mataron a los marqueses. La sentencia judicial, ejemplo destacable de cómo se puede dictar condena tan grave sin tener apenas idea de lo sucedido, contiene la famosa frase de que Escobedo mató a sus exsuegros «solo o en compañía de otros».

El hombre que no fui se presenta como novela pero es en realidad la historia de la versión del crimen, con sus lagunas y contradicciones, que sostiene Javier Anastasio, amigo de Escobedo y colaborador en cierta medida en los hechos. Como algunos recordarán, Anastasio huyó de España y se refugió en Iberoamérica para eludir un juicio sobre el que tenía muchas dudas en cuanto a la ecuanimidad del tribunal. Solo regresó cuando prescribió el crimen y hoy es un ciudadano sin cuentas con la justicia.

Menéndez Flores y Miralles siguen el relato de Anastasio, que van completando con documentación procedente de distintas fuentes –incluido el sumario judicial– y testimonios de policías y personas próximas a los protagonistas. El libro interesará a quienes recuerdan aquel episodio de novela negra en plena Transición y servirá para que otros, quienes no habían nacido entonces, conozcan un caso judicial repleto de actuaciones por lo menos discutibles, desapariciones de pruebas, chapuzas sumariales y oscuros intereses cruzados.

(Publicado en elcorreo.com)