>

Blogs

César Coca

Divergencias

Ningún fin de semana sin música: Concierto para violín de Brahms

Johannes Brahms compuso su Concierto para violín entre sus sinfonías Nos. 2 y 3 y poco antes del Concierto para piano y orquesta Nº 2. Es decir, en unos años en los que las obras maestras parecían salir de su cabeza de forma continua. Y, hay que decirlo, en medio de una de las más curiosas e incruentas batallas musicales de que se tiene noticia: la que protagonizaron wagnerianos y antiwagnerianos a propósito del rumbo que había de tomar su disciplina. Ni que decir tiene que Brahms estaba entre los segundos. Él se consideraba a su manera heredero de la tradición de Beethoven y aborrecía los excesos de  Wagner, que algunos seguidores como Bruckner trasladaban a las sinfonías. En la obra del hamburgués domina la contención, un lirismo sin aspavientos y un lenguaje que puede parecer seco a algunos pero que termina asombrando por su profundidad.

Este concierto es quizá menos espectacular que otros compuestos por esos años (estoy pensando en el de Chaikovski) pero es una obra que engancha en cuanto se escucha tres o cuatro veces. Fue estrenada por el gran violinista Joseph Joachim, quien hizo de consultor de Brahms durante la composición, dado que éste era un gran pianista pero en cambio no dominaba la técnica del violín.

Se la dejo en este fin de semana áspero en lo meteorológico. Les va a gustar.

La versión es de Hilary Hahn con Paavo Järvi al frente de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Fráncfurt.

Temas