>

Blogs

César Coca

Divergencias

Celebremos el Día de la Música

Friedrich Nietzsche dijo que la vida sin música sería un error. Y dentro de unas horas entramos en la jornada más larga del año en cuanto a horas de sol (en el hemisferio norte), que es justamente la fecha elegida para celebrar el día de la música.

Qué quieren que les diga después de la frase del filósofo alemán. Me sumo absolutamente. La música es una de las cosas más maravillosas que han creado los humanos. Un lenguaje capaz de llegar al corazón, emocionar, evocar… Un día sin escuchar nada de música es de alguna manera un día perdido. Por eso mañana tenemos aún más motivos para dedicar al menos unos minutos a disfrutar de ella.

Hace unos meses, el filósofo Eugenio Trías publicó La imaginación sonora, un repaso a un puñado de compositores por parte del intelectual que más y mejor ha estudiado la música en nuestro país. En ese ensayo, Trías apunta que el fragmento que más hermoso le parece es el segundo movimiento del Concierto para piano y orquesta Nº 21 de Mozart. Ya lo he incluido en este blog alguna vez, así que no me repetiré. Celebraré el día de la música, eso sí, con otro fragmento del salzburgués, que les dejo a continuación: el segundo movimiento de la Sinfonía concertante para violín, viola y orquesta K. 364. Los solistas son Gidon Kremer y Yuri Bashmet, con dirección de Riccardo Muti, ganador del premio Príncipe de Asturias de las Artes de este año. La orquesta es, creo, la Filarmónica de Viena y la grabación corresponde a un concierto del Festival de Salzburgo de 2006.

Temas