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César Coca

Divergencias

Las tormentas, contra el libro


Las ferias del libro son siempre una fiesta: los lectores pasean en busca de novedades o de rarezas y de vez en cuando tropiezan con ese autor que les gusta, de manera que hacen cola un rato para conseguir un ejemplar con esa firma que un día enseñarán orgullosos a sus hijos o amigos, sobre todo si el escritor o escritora recibe un premio importante.

Por eso, cuando llueve, a los editores y los libreros se les pone mala cara. No sé si también a los autores, imagino que sí. El año pasado, la feria de Madrid fue especialmente ingrata porque llovió muchos días. Recuerdo que la jefa de prensa de una importante editorial me comentó su preocupación porque habían traído desde un país no especialmente cercano a uno de sus autores estrella y el día previsto para la firma de ejemplares en su stand se anunciaban fuertes tormentas. Un temor que se vio confirmado por la realidad, porque durante varias horas sopló un viento fortísimo y llovió a mares de forma intermitente. Vamos, un desastre porque la feria quedó casi desierta.

Este año, ha sido empezar la feria y cernirse las tormentas sobre la capital. Para los próximos días no están previstas lluvias, pero sí fuerte viento, lo que hará poco agradable el paseo.

No están las cuentas del sector como para que encima tenga que luchar contra los elementos. Así que hay que cruzar los dedos para que no pase algo parecido en la de Bilbao, que comienza el jueves. De momento, hay serias posibilidades de lluvia para sábado y domingo (en teoría, los días de más movimiento) aunque no en grandes cantidades. Roguemos al dios de la lluvia para que deje tranquilo al libro y sus lectores.

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