Uno de los privilegios de ser periodista y dedicarse a esto de la cultura es que a veces se reciben libros antes de que aparezcan en las librerías y uno se puede poner a leerlos con ese placer adicional de que va a hacerlo antes que el común de los mortales. Es exactamente lo que siento estos días mientras leo Los enamoramientos de Javier Marías, que se pone a la venta el próximo miércoles.

Estamos ante ese universo Marías tan bien conocido por sus lectores, con alguna variante. La más importante, que la voz narrativa es la de una mujer, algo que nunca antes había hecho el autor. Por lo demás, el libro (he leído apenas una cuarta parte, así que es un juicio parcial) es algo más ligero en su trama y estructura que la trilogía Tu nombre mañana, pero están presentes los temas habituales en Marías y su manera personal de contarlos. Dicho de otra manera, que lo verdaderamente importante pasa en la cabeza de la narradora y no tanto en los hechos que cuenta. Que, como sucede en casi todas sus novelas, son más bien pocos.

Leyendo estas páginas y saboreándolas -ustedes saben que es uno de mis autores favoritos- he pensado en si Marías será el próximo Nobel de Literatura en español. Si quieren un pronóstico, creo que tiene muchas posibilidades de serlo. Y argumentos suficientes añadidos a su calidad: es conocido en el extranjero, sobre todo en países tan influyentes literariamente como Alemania, ha recibido numerosos premios de primer nivel, sus ventas son notables… Pero por encima de todo, su literatura es muy del gusto de la Academia sueca. No hay más que examinar la lista de los premiados en los últimos años para ver que abundan los autores que mezclan géneros al estilo de como lo hace el autor de Mañana en la batalla piensa en mí y Corazón tan blanco.

En los últimos años, Marías ha llegado a las últimas votaciones en premios en el Cervantes. Y este año estaba bien situado en las apuestas del Nobel. Empezó por detrás de Juan Goytisolo pero días antes del anuncio del galardón se había colocado ya por delante. No en los diez primeros puestos, pero sí entre los 25 de una lista que superaba de lejos los cien nombres. Por delante, por ejemplo, de Salman Rushdie y Amos Oz, entre otros escritores de gran calidad.

La experiencia dice que probablemente no habrá otro Nobel en español hasta dentro de diez años, más o menos. Es verdad que Cela y Paz lo ganaron en años consecutivos, pero nunca antes había sucedido, y ha habido que esperar dos décadas para que cayera otro. Dentro de diez años, Marías estará a punto de cumplir los 70, que es la edad-tipo del Nobel.

No es solo una impresión mía, por supuesto. Hay unos cuantos críticos y especialistas en literatura que consideran que si tuvieran que apostar por otro autor en español para el Nobel se jugarían su dinero a Marías. ¿Qué les parece a ustedes?