>

Blogs

César Coca

Divergencias

El hombre de las cavernas

walkman-aigua_01.jpg

Este verano, en la playa, me he sentido ciertamente extraño. Todo, por una minucia: a la hora de hacer la maleta se me ocurrió que me apetecía escuchar algunas grabaciones que sólo tengo en casete, así que recuperé mi vetusto walkman y lo puse junto a la toalla y el traje de baño. Varias mañanas estuve tumbado en la arena, a la sombra, escuchando viejos temas y comprobando con agrado que el deterioro del sonido era menor del que yo esperaba.

Un día, creo que fue el primero, noté que unos niños que jugaban a pala junto a mí me miraban con extrañeza. Pronto comprendí la razón: ni siquiera habrían visto antes un reproductor de música así. Ellos tenían a mano sus ipod, que están tres pasos tecnológicos por delante de mi walkman. Me sentí como si fuera el hombre de las cavernas haciendo música con unas piedras.

No valen nostalgias. Los datos de ventas del sector demuestran que la casete es una pieza de museo (se vendieron 8.000 el año pasado en toda España), el disco de vinilo está muerto y enterrado (19.000 elepés vendidos en 2006) y el compacto vive una crisis a causa de varios factores distintos pero que actúan a la par. Si tienen ustedes grabaciones en casete o vinilo que desean guardar pásenlas cuanto antes a un formato digital. Las disfrutarán en el futuro y evitarán que los niños lo miren con la distancia temporal con que se contempla una calzada romana.

Temas