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Basura en la cancha

Calderón se encara con Garnett. / Archivo

Calderón se encara con Garnett. / Archivo

 

Algunas de las estrellas de la liga practican el ‘trash talk’, vocabulario y expresiones sucias para descentrar a sus rivales | Garnett es el rey actual de las agresiones verbales, pero hay y ha habido otros ilustres que lo han practicado sin tregua, como Kobe Bryant, Reggie Miller o Larry BirdLa máxima del maquiavelismo de que el fin justifica los medios es aplicada en todos los ámbitos de la vida por aquellos que consideran que, efectivamente, vale cualquier cosa siempre que con ello se alcance el objetivo planteado.
En el baloncesto, Bozidar Maljkovic y su Limoges en los noventa son un ejemplo cristalino de ello. El técnico hizo campeón de Europa a un plantel mediocre practicando el juego más rácano que se ha visto en el baloncesto FIBA en décadas. Obtuvo lo que buscaba y transmitió un mensaje de que el estilo que desarrollaba el equipo francés era un seguro para conseguir metas. Todos querían ganar con resultados en los que el equipo vencedor solo en contadas ocasiones superaba los 70 puntos. Costó unos años que el todo volviera a los derroteros habituales y el juego dependiera de nuevo fundamentalmente del talento.
En un análisis más particular, hay jugadores que cuentan con la calidad necesaria para destacar en el deporte de la canasta, pero que llevan hasta las últimas consecuencias el ‘todo vale’ e incluyen entre su repertorio habitual la marrullería en el juego y lo que los americanos llaman ‘trash talk’, el ‘lenguaje basura’. El más conocido en la actualidad de este tipo de baloncestistas es Kevin Garnett. Considerado como uno de los mejores cuatros de la historia de la NBA, en su ficha negra aparecerán sus conflictos con adversarios, que incluso le eligieron en votación como el ‘rey del tras talk’ por mayoría absoluta. El ala-pívot de Boston las ha tenido con jugadores de todo tipo y de todos los colores y alguna de ellas ha superado lo chabacano para convertirse en absolutamente criticable.
El suceso más desagradable con la estrella bocazas lo desveló uno de los sufridos receptores de la agresiva verborrea de Garnett. En noviembre de 2010, el dominicano Charlie Villanueva le acusó de haberle llamado “enfermo de cáncer” aprovechando que el entonces jugador de los Pistons sufría una rara enfermedad – alopecia areata- que le impide tener pelo en cualquier parte del cuerpo. Las palabras del de los Celtics fueron criticadas duramente por casi todos los componentes de la NBA, pero esto no le ha impedido a Garnett seguir soltando basura por su boca.
Con los españoles ha tenido algunos enfrentamientos llamativos. Intentó amedrentar con sus palabras a un imberbe Pau Gasol recién aterrizado en la liga, pero el catalán le respondió con un gran mate y, años después, el angelino reconoce que Garnett ya le muestra más respeto.
Más curioso es el choque con José Manuel Calderón, un hombre tranquilo que, además, no coincide mucho con el pívot por su alejada situación en la pista. Hace ya algunos años, el base extremeño no tuvo reparo en encararse con su rival después de que le intentara acobardar con excesivos gestos y gritos. El de los Raptors le respondió con dureza verbal al ataque de Garnett.
Ilustres bocazas
Pero el jugador de los Celtics no es el único caso en la NBA, aunque sí el más extremo. De hecho, comparte vestuario con otro de los aficionados a hablar mucho en la pista, Paul Pierce. En el otro grande de la liga, los Lakers, también coinciden Kobe Bryant y Metta World Peace. La mamba negra’ reconoce que disfruta con este particular intercambio de pareceres con los rivales. Y, cuando aún eran rivales, ya las tuvo con el antes conocido como Ron Artest.
En la historia de la liga, hay otros ilustres por su talento y por sus esfuerzos en desquiciar al rival de forma poco ejemplar. El mito de los Pacers Reggie Miller o el intenso Gary Payton son dos representantes muy conocidos, pero el más destacado es el de Larry Bird. El alero de los Celtics no solo se dedicaba a completar unas estadísticas extraordinarias cada noche, también buscaba la victoria con otras artes poco ejemplares. Todo le valía al de Boston con tal de ganar el anillo de campeón, que logró en tres ocasiones.

El baloncesto visto desde el punto de vista del aficionado

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