>

Blogs

El mirador del indiano

Maravilloso

Cada vez que abro los periódicos y me topo con una noticia de Fidel Castro, bostezo largamente y con ruidos. Este personaje momificado en el fracaso del pasado, a la par con su manifiesta y nada ocultable vocación de decano de dictadores, ya no me produce tan sólo indignación sino la más patética de las penas ajenas.

Por otra parte, según sentencian encuestadoras internacionales de ganado prestigio, más del ochenta por ciento de la población latinoamericana rechaza el sistema cubano. En Cuba sí que se puede hablar con propiedad de cincuenta años de cúpulas podridas y pisoteadoras de los derechos humanos, que parecen no haber sido suficientes para que el tirano asome sus barbas en todo evento, vendiendo como charlatán de feria, lo que según él se trata de una colosal revolución social, como así la define el remitido estalinista que el canciller de la isla mandó a insertar no hace mucho en la prensa internacional.

Hace unos cinco años (cuando aun podía andar) se tuvo el descaro de invitarlo a hablar, osea, hablar, hablar, hablar y hablar, ante la Asamblea Nacional de Venezuela, la casa de la ley, como si los muertos del paredón y la valiente y larga prisión de gente como Heberto Padilla o Armando Valladares dos de los miles cuyo único delito fue estar en desacuerdo con ese “mar de felicidad” que agrede toda conciencia libre, no bastaran.

Los asambleístas que decidieron no presentarse a la sesión, al menos salvaron la dignidad de la Venezuela que rechaza la presencia de quien tiene las manos manchadas de sangre al igual que Trujillo, Rojas Pinilla, Pérez Jimenez, Batista, Somoza, Videla, Pinochet y tantos otros.

Pero este ya hoy acartonado “comandante” sigue teniendo fieles monaguillos que encienden cirios en la capilla de su dictadura secular y dinástica. Son la llamada izquierda, anacrónico club de idólatras adoradores del barbudo cubano y algún otro más, a quienes se les paró el reloj de la historia y no viven sino de las babosadas de su fracaso, demostrada suficientemente con el derrumbe del socialismo mundial.

Siguen con el cuentito de la revolución (ahora la llaman del siglo XXl), pero que es en realidad más de lo mismo para el siglo XXI y si de ellos dependiera para el XXXI. Toda esta patraña lo único que ha traído al mundo es más miseria, más muerte, más hambre y más violación de todas las libertades que tanto ha costado acotar a la humanidad desde siempre.

De un tiempo a esta parte, el mismo que lleva en Venezuela desquiciando, arruinando y pisoteando la dignidad del país el otro comandante (su más aplicado alumno), se le lee y escucha con pompa y circunstancia como si se tratase de un profeta del Antiguo Testamento que llega a anunciar la buena nueva del futuro ¿otros 50 años más? cuando en rigor es más palabrería de las mismas estafas políticas.

Pero para justificar estos apaleamientos colectivos a la historia de los pueblos, para la defensa de ese vodevil autoritario que es Cuba desde hace ya cinco décadas, se trae a colación una colección de medallas deportivas (como si el salto de garrocha llenase despensas o garantizase el respeto a una libre personalidad) o una promoción de médicos o los logros en educación de carácter ideológicamente sesgado que imparten en el “paraíso tropical, sin mencionar la “pelazón colectiva” a que el régimen somete a la población que supuestamente gobierna.

Que se sepa, los países que han alcanzado el desarrollo llevados de la democracia, no andan por ahí pregonando la cantidad de neurocirujanos que gradúan sus institutos de educación superior.

Por cierto, las universidades públicas y privadas de cualquier país democrático del mundo han hecho y hacen infinitamente más que las cubanas pero sin tanta alharaca: han graduado profesionales a quienes no se les impone un criterio único de pensamiento. Bastante más modestas, creen todavía en la especie romántica de que cada quien debe pensar y decidir por sí mismo.

Detrás de Fidel Castro, no queda nada positivo. Hay sólo circo y comedia que es lo poco que el decano dictador sabe hacer bien, además de patear a su propia nación y tratar de hacerlo con las demás.

En países de Latinoamericana como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua se ordenó el olvido de los muertos promovidos por la guerrilla castrista, allí se decretó la amnesia colectiva, allí pasa esto porque la historia se viene clausurando y licenciando la ignorancia, con el surgimiento de los mitos fabricados de la noche a la mañana por un delirante teniente coronel golpista, ignorante y soez cuya sola presencia provoca vergüenza ajena, pero buchón de petrodolares con los que exporta ese fraude mayúsculo de mentiras y atraso. En definitiva, quien le reconozca méritos a Fidel Castro o su monaguillo Hugo Chavez, o ignora la historia o milita en el cinismo.

Todo lo anterior, me ha hecho recordar el viejo chiste de dos amigos que se encontraron después de muchos años. Uno era rico y el otro pobre. El rico se dedicó a contarle todos sus éxitos. A cada afirmación, por cierto chocante, el amigo pobre respondía: me parece maravilloso.

Me compré una mansión, me parece maravilloso… tengo un Jet, me parece maravilloso…viajo seis veces al año, me parece maravilloso…

Después de mucho rato y ante el silencio de su interlocutor el rico le pregunta: ¿y tú que has hecho?, habla dime algo… bueno chico, yo me paso la vida oyendo pendejadas y al que me las dice siempre le contesto lo mismo.

¿Hasta cuándo se celebrarán los déspotas y bufones? ¿Dejarán (dejaremos) algún día los venezolanos y latinoamericanos en general de ser perfectos idiotas?…. perfectos pendejos como dicen por allí.

Cantaclaro

 

Temas

Sobre Venezuela en estos infaustos tiempos de supuesta revolución...

Sobre el autor


agosto 2009
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31