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El mirador del indiano

Pecados, mentiras y cuentos

Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos.
Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos.
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos.
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos.
Y que el miedo del hombre ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos…
y sé todos los cuentos.

León Felipe


De mis pecados de juventud he de confesar hoy uno:

Sí amigo que me lee, este contador de cuentos también pasó a sus dieciocho y pocos más años, aquellas virulentas fiebres contestatarias y revolucionarias de furor sedicioso puro. Eramos jóvenes idealistas sin experiencia, y por ello sin concesiones a todo lo que considerábamos injusto y antidemocrático, amábamos la libertad y creíamos en ella.

De pronto un buen día nos enteramos que en aquella Latinoamerica plagada de dictadores, apareció un abogado barbudo que se había echado al monte. Hablaba de justicia, libertad, democracia… desde la sierra cubana del Escambray este singular guerrillero le traía a monte y plomo al dictador Fulgencio Batista.

Poco después habiendo ya Batista abandonado la isla, sintonizábamos Radio Habana Cuba y nos emocionábamos (más bien conmocionábamos) al escuchar a los comandantes, Camilo Cienfuergos, Ernesto Che Guevara y al mismísimo Fidel Castro.

No hizo falta mucho más para que nos diéramos cuenta de que aquello que sucedía en la isla, de revolución libertadora y democrática, tenia poco. Empezaron los fusilamientos, las persecuciones políticas, el exilio, el servilismo y entrega a la URSS, la aventura africana… en fin, que el resto es historia.

Cuento 1 – La gran estafa

53 años después de aquello en la maloliente, hambreada, destartalada y emputecida Cuba de hoy ya muy pocos hablan de aquél héroe temerario, no hablan ni bien ni mal, están acostumbrados a su perenne presencia y existe un absoluto grado de resignación, pero sobre todo temor.

Entre los jóvenes cubanos de hoy, está presente una total apatía y desesperanza, están desencantados de un régimen que data de la época de sus abuelos y no les ofrece nada, sienten que no tienen ningún futuro. La revolución se hizo hereditaria y la represión con Raúl Castro se incrementó todavía más.

No es casual que Cuba tenga la tasa de natalidad más baja del continente americano, los jóvenes no quieren amarrarse para poder irse. “Cada quien está para lo suyo” es la frase significativa que define lo poco que les interesa la política, solo quieren su mejoría económica. Los cubanos buscan por todos los medios salir del país, el año pasado estuvo de moda escaparse para Ecuador, la tarifa del visado en el mercado negro era de 3.000 dólares y salieron miles.

No hay ni una sola librería en La Habana con títulos mínimamente actualizados, aquella promesa y sueño revolucionario de ser una nación libre de analfabetismo no se traduce en nada positivo y práctico pues no existe nada que leer, no hay dónde ni con qué comprar libros. Las pocas bibliotecas públicas que hay no exhiben mayor diversidad fuera de la propaganda.

En contraposición a lo anterior, en todas las tiendas, negocios, estaciones de servicio y mercados se exhiben cantidades asombrosas de bebidas alcohólicas, especialmente ron Havana Club y cervezas Bucanero y Cristal.

Cuento 2 – La revolución del hombre nuevo

Hay un lugar en la ciudad de La Habana llamada la Zona de Construcciones Modernas, que se refiere a las edificaciones hechas bajo el gobierno de Fulgencio Batista hace más de  60 años.

Las construcciones de nueva factura son casi inexistentes, básicamente hoteles españoles y algunas edificaciones de viviendas con inequívoco “estilo soviético” de pésima calidad.

Los cubanos tienen un sistema muy ingenioso para arreglarlo todo: “por la izquierda”, es decir, con sobornos y actividades ilegales como vender ropa, hacer dulces, vender tabaco, reparar viejos artefactos, limpiar casas, alquilar habitaciones sin permiso, etc. etc. Por la izquierda se consiguen CD de los últimos estrenos cinematográficos, telenovelas y programas que emite la TV de Miami.

Todo el mundo anda buscando “resolver”. En las escuelas se llevan la comida de los escolares, los maestros venden las notas, los médicos piden regalos, los policías cobran sobornos discretamente por “hacer la vista gorda” a pequeñas irregularidades cometidas en el transporte de alimentos, en los restaurantes, en los mercados… cada quien se lleva lo suyo. Todos tienen que resolver.

El desempeño “ilegal” de los cubanos ante los alimentos de la dieta diaria es asombroso. No sería temerario decir que prácticamente el total de la población realiza una u otra actividad contra el Estado para procurarse el diario sustento.

Hay pequeños locales privados para reparaciones de viejos artefactos eléctricos y talleres de coches que son autenticas piezas de museo. Es corriente que le digan a uno que regrese más tarde con más discreción debido a que tiene muchos clientes y eso es irregular y sospechoso, pues podría ser considerado como capitalismo.

Hay numerosos sitios turísticos para visitar en La Habana, caminar por el Malecón, el Casco Histórico, El Barrio Chino, Quinta Avenida, El Morro Cabaña, La Plaza de Armas, la Catedral, etc. La atención (todo sea dicho) es correcta y la seguridad aceptable.

Dado que las mejores playas están alejadas de la capital los cubanos no las pueden frecuentar, no existe prácticamente transporte público, el que hay es destinado solo al turismo extranjero, es decir a los “yumas”.

La llamada Habana Vieja o Colonial está siendo reconstruida lentamente por el arquitecto Eusebio Leal con dádivas del gobierno de Hugo Chávez. El estado general del resto la ciudad capital y las demás ciudades de provincias es deplorable.

Cuento 3 – ¿Lo de prostíbulo de America no era con Batista?

Es difícil entender cómo una revolución supuestamente liberadora de los vicios y lacras imperialistas, se reinventa y muta en un Estado proxeneta con el mayor lupanar a cielo abierto de que se tenga noticia en el nuevo mundo.

Cuba al día de hoy y tras casi 6 décadas de “reeducación socialista”, ha resuelto la cuestión del ejercicio del oficio más viejo del mundo (jineteras y jineteros que practican todo tipo de equitación sexual) con más de lo mismo, es decir con más prostitución, más degradación y más corrupción, solo que esta vez bajo la tutelar alcahuetearía del régimen.

En definitiva, en el “paraíso socilista”  la prostitución se convirtió en un mecanismno legítimo y masivo de supervivencia. Por cierto, el apelativo “jineteras” referido a las prostitutas  fue uno de los tantos “chistes” impuestos por Fidel.

Hay numerosos lugares para el turismo sexual permitido y supervisado por la Seguridad del Estado, como el Salón Rojo del Hotel Capri, la Discoteca Johnny, El Delirio Habanero etc. donde abundan las omnipresentes “jineteras” especialmente “palestinas” (provincianas). En una noche se ganarían lo que 5 médicos de primera durante un mes. El 23 y El Malecón de noche está repleto de los llamados “pingueros” que satisfacen los requerimientos del turismo gay, empiezan a aparecer los primeros transexuales, para las damas turistas también hay “jineteros” a granel. Por cierto, a Fidel se le atribuye una frase donde decía que Cuba tenía las putas más cultas del mundo.

Si una mujer cubana es encontrada con un “yuma” en situación amorosa y no puede demostrar ningún vínculo razonablemente estable al respecto, le pueden dar una “advertencia” que queda registrada en el sistema de la Policía Nacional Revolucionaria, con tres advertencias es condena inmediatamente de 2 a 5 años de prisión, esto es pura teoría, lo cierto es que con ello se genera un lucrativo negocio para los policías, quienes cobran por no procesar la “advertencia” o “peligrosidad”.

El DNI tiene la dirección de habitación del portador y el nombre de sus padres, si alguna autoridad lo requiere y la ciudad en la que se encuentra el ciudadano no es la misma que figura en el documento de identidad, será multado y deportado de inmediato a su Provincia de origen. Cualquier “acto irregular o sospechoso” será notificado ipso facto a la Central de la Policía Nacional Revolucionaria…todo lo anterior y por razones de la corrupción policial imperante es también teoría pura.

Hay raterismo, estafadores, chulos y delitos de diversa naturaleza que acechan al turista. El sistema de vigilancia con cámaras que giran 360 grados es masivo. Cada dos manzanas en todas las avenidas y calles turísticas de La Habana hay una cámara instalada, se comenta que son pocas las que funcionan en razón de las necesidades de recambios, materiales para registro, control y archivo.

La mayoría de los policías en La Habana provienen de regiones remotas del oriente de la isla, las más pobres. Son apodados “palestinos”, aborrecidos por la población habanera, pues son vistos como corruptos invasores que solo vienen buscando una mejoría económica.

La Policía tiene bastante presencia en las calles, adicionalmente los días que hay rumores de jaleo, sacan a los milicianos a patrullar. Se dice, que ya están previstas las movilizaciones de tropa, y arrestos previos de disidentes para el día que se anuncie que “el caballo partió”.

Cuento 4 – La revolución asistencial y la salud

La asistencia sanitaria es otro fracaso, es un mito que sólo se mantiene mediante propaganda que trata de dejar una impresión contraria a la realidad en algunas conciencias, artículos o declaraciones.

La atención del supuesto “alto nivel” que reciben algunas personalidades mundiales en la isla está sustentada por tecnología médica y especialistas venidos del mundo capitalista, para luego ser presentados como éxitos de la medicina cubana.

Los pocos hospitales que hay se encuentran en situación deplorable, los equipos con los que cuentan proceden del legado de la antigua URSS, en su mayoría desfasados e inoperativos. La escasez de medicinas es una verdadera epidemia en toda la isla.

El Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (Cimeq) a pesar de ser considerado el mejor hospital de la isla, (rigurosamente reservado a los altos cargos del Partido Comunista, militares y alguna “personalidad destacada” a nivel internacional) cuenta con tomógrafos y demás dotación instrumental que supera fácilmente los 30 y más años de uso. Están armados con piezas de viejos equipos, rusos, holandeses y franceses.

Hace dos años un cardiólogo del Cimeq padeció un tumor en el páncreas y fue a tratarse al Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo (Brasil). En un telegrama de la misión diplomática americana de 2009 divulgado por Wikileaks, se afirma que el neurocirujano jefe del Cimeq viajó a Inglaterra a operarse un ojo y desde entonces regresa periódicamente para su control.

Los médicos que trabajan en Cuba son recién graduados o sin especialización alguna, los mejores son enviados al exterior (Venezuela) como forma de obtener divisas. Un médico cubano le cuesta a Venezuela 1.300 dólares mensuales, 300 para el galeno y 1.000 para el gobierno de los Castro.

Numerosos ancianos pululan por las calles sin mayores atenciones o cuidados, docenas de dementes deambulan sin rumbo, proliferan los borrachitos bebiendo “chispa de tren” o “planchado” y si lo que he mencionado anteriormente fueran poco, los pueblos y ciudades del interior están aún más abandonados. (1*)

Cuento 5 – La revolución alimentaria

Matar una vaca por hambre genera una penalidad más severa que asesinar a un vecino.

Un kilo de carne de res se puede comprar libremente a 12 dólares americanos, más o menos la mitad del sueldo de un profesional universitario como economista o ingeniero. Ambos profesionales con postgrado ganan unos 600 pesos. Un coronel retirado recibe una pensión de 750 pesos mensuales.

Un dólar americano se cambia por 20 pesos cubanos, por lo tanto el sueldo mensual del coronel y el de los profesionales anteriormente citados serían de 37 y 30 dólares respectivamente.

Un pantalón vaquero corriente cuesta 35 dólares. Unas zapatillas deportivas en promedio cuestan 100 dólares.

Es obvio que ningún cubano con su sueldo puede comprar tales artículos, excepto los militares y miembros de la Seguridad del Estado, los altos cuadros del Partido, los gerentes de las empresas del Estado trajeados con sus inconfundibles guayaberas con dos bolígrafos en el bolsillo, los cubanos que tienen pequeños negocios permitidos, la élite cultural, el jineteo y las roscas.

La fulana libreta de racionamiento todavía existe y goza de muy buena salud, ella contempla más o menos lo siguiente (el peso es muy aproximado): (2*)

1,5 libras (unos 675 gramos) de pollo por persona/mes, 5 libras (2.250 gramos) de arroz por persona/mes, ½ libra (225 gramos) de un pésimo aceite de palma por persona/mes, ½ libra (225 gramos) de una pasta atroz por persona/mes, 2 libras (900 gramos) de azúcar blanca o morena por persona/mes, 1 libra (450 gramos) de jabón para lavar ropa por persona/mes, no hay carne de res en la libreta sino para las personas con dietas especiales (ello cuando hay), 1 libra (450 gramos) de sal por persona cada 3 meses, 10 huevos por persona/mes, no se contemplan enlatados de ninguna especie.

En contadisimas oportunidades se distribuyen ½ libra (225 gramos) de un infame y grasiento jamón York, las verduras pueden ser adquiridas en una especie de mercados campesinos escasamente dotados llamados Agros.

Las mayonesas u otro tipo de salsas como tomate etc. están absolutamente desterrados de la libreta y se compran en tiendas de “lujo” donde se comercien con CUC (pesos cubanos convertibles a dólares o euros). Demás está decir que los cubanitos de a pie no disponen de ese tipo de moneda por lo que no tienen acceso a estas tiendas.

Es imposible que los vendedores entreguen la mercancía en bolsas plásticas (llamadas javas), es una odisea encontrar una en toda la isla, es hasta ilegal venderlas, si usted va a Cuba llévese al menos 100 “javas” grandes, se lo agradecerán eternamente.

No trate de comprar hojillas de afeitar, pasta dental o enjuague bucal y mucho menos las cremas de belleza de las que tanto uso hacen las damas “occidentales”.

No hay panaderías como tales ni mucho menos supermercados, la abundante oferta de productos que estamos acostumbrados a ver los europeos, es sencillamente un sueño imposible, por supuesto una aberración capitalista.

Cuento 6 – La revolución ocupacional y desarrollo

Los números oficiales de producción son desoladores.

En 1925 Cuba produjo 5,16 millones de toneladas de azúcar, este año 2010 se estima una producción ligeramente superior a un millón de toneladas, la peor de su historia como productor de un renglón secularmente emblemático.

El país ha pasado de exportador mundial a importador neto de este rubro. Mayor fracaso no puede haber, y si esto es en azúcar, el lector puede concluir con facilidad lo que pasa con el resto de la agricultura, la ganadería y ni decir sobre la producción industrial.

Cuba no produce prácticamente nada. Importa más del 80% de sus alimentos, y la producción agrícola cayó este semestre (dicen por la sequía) un 19%, el llamado de Raúl a aumentar la producción en el campo ha sido un fracaso total.

Las exportaciones de Níquel han empezado a mejorar levemente este año, pero son insuficientes para cubrir el inmenso déficit de la balanza de pagos y la falta de liquidez en divisas.

Entre petróleo, operaciones de triangulación-intermediación comercial (recambios, alimentos, maquinaria etc. y convenios deportivos, médicos, seguridad, asesoría etc.) Venezuela le entrega cada día del año unos 15 millones de dólares a Cuba, es decir casi unos 5.500 millones de dólares anuales, algo que algún día deberá ser juzgado por los tribunales venezolanos.

La verdad que comenta todo cubano: Cuba vive de Chávez, del turismo y de las remesas de los cubanos del exterior.

Toda la economía está dolarizada, utilizan una moneda, llamada Peso Convertible Cubano C.U.C o Moneda en Divisas, popularmente le llaman “chavito”, atribuyen su implementación con las ayudas del inefable Comandante del micrófono venezolano. Un CUC vale aproximadamente 1.20 dólares americanos. Anteriormente existían tiendas para turistas y diplomáticos donde los cubanos no podían comprar. En la actualidad pueden acceder a las tiendas de divisas, donde no se acepta moneda nacional. Estas divisas las reciben en remesas de familiares en el exterior unas 600.000 familias cubanas, es decir unos 3 millones de ciudadanos. Reciben dólares o euros, lo que los ha constituido en la nueva clase privilegiada del país.

No se conocen cifras exactas del desempleo dado que el concepto comunista clásico se basa en el pleno empleo. Hay unos 5 millones de “trabajadores”  3.5 de los cuales son funcionarios del gobierno. Los entendidos en la materia calculan que solamente en el Ministerio del Interior “trabajan” más de 500.000 personas, sus labores son fundamentalmente de “chivatos” de ahí que los cubanos sean tan desconfiados, sospechan hasta de sus propios vecinos.

El resto de los cubanos viven del “rebusque”, ellos afirman trabajar por su cuenta que es como decir: no trabajar para nada. Por cierto, el empleo más apetecido y el más disputado, que dicho sea, se logra por recomendación (enchufe) de algún “pez gordo”, es el de chófer de vehículos turísticos y empleado de hotel.

Recientemente Raúl Castro declaro que en Cuba sobran más de 2 millones de empleados públicos. El gobierno empezó a despedir primero a quienes recibiesen ayuda de familiares en el exterior.

Cuento 7 – La revolución del transporte y los servicios

El transporte público es totalmente deficiente, no hay prácticamente “guaguas” (autobuses), y los “almendrones”, coches particulares que hacen de mini busetas no se dan abasto, en Centro Habana y en el Casco Histórico abundan los bicitaxis, dar o pedir “botella” (dedo) es normal, y el transporte interprovincial es más caótico aún.

Dada la escasez de transporte, la “araña” que es una carreta con dos neumáticos de desecho para automóvil, tirada por un caballo, es parte del paisaje cotidiano cubano.

La distribución de agua es lamentable, más de la mitad bombeada no llega a sus destino debido a roturas y escapes. No se ha construido ningún acueducto en los últimos 60 años, tampoco se han hecho labores de mantenimiento importantes.

Más del 75% de las carreteras están en pésimo estado. Las calles de Centro Habana y el Vedado están siendo asfaltadas después de décadas, podrán fácilmente adivinar quien mandó el asfalto. El 95% de las vías del tren están deterioradas y más de la mitad de los vagones se encuentran en un estado lamentable. Venezuela donó 200 millones de dólares para que los chinos inicien su reparación.

Hay pobreza generalizada, zonas de La Habana como San Miguel del Padrón, Guanabacoa, Coco Solo, La Corbata, La Lisa, presentan cuadros desoladores. Calles destrozadas, cloacas rotas, casas sin pintar, sin luz suficiente, delincuencia…En las zonas populares como Centro Habana, Marianao y El Cerro la mayoría de las casas están enrejadas. Hay pequeños robos: prendas de vestir, planchas para ropa, ollas y artículos de esa naturaleza, los “tirones” se incrementan día a día.

Cuento 8 – La revolución tecnológica

La electricidad es desastrosa por causa del escaso o nulo mantenimiento en plantas de generación, equipos de distribución etc. Cuando llega después de los frecuentes apagones los cubanos dicen sarcásticamente: llegó el alumbrón.

Solamente el 2% de la población cubana tiene acceso a Internet y menos del 3% a la telefonía móvil, es el menor índice de toda América incluyendo Haití.

Los cubanos que quieran alquilar un ordenador deben llenar un pliego de seguridad y los extranjeros presentar sus pasaportes, demás esta decir que lo que usted escriba será leído por la Seguridad del Estado. Una hora de Internet en los hoteles que disponen de tal servicio cuesta un ojo de la cara, son como mínimo 15 dólares la hora y la página de Google tarda más de 5 minutos en bajar, osea, una velocidad de tortuga pero no precisamente Ninja.

Circulan muy pocos periódicos, básicamente el Gramma y Juventud Rebelde, ambos son pasquines donde Fidel recibe más halagos que el “otro Castro”, incluso hasta sus fotos son siempre más grandes. Las “Reflexiones del Compañero Fidel”, las leen 3 veces en radio y otras tantas en TV. Las contadas estaciones de televisión y de radio tienen explosivas cargas ideológicas permanentemente, el bombardeo es incesante, continúo y atosigante. La televisión satelital está prohibida y es delito que se puede pagar con elevadas multas e inclusive con cárcel.

Epílogo

Pocos fuera de Cuba conocen las verdades que les he detallado hoy aquí. En Europa donde resido, (salvo contadas excepciones) hay un total desconocimiento de la realidad cubana actual. (3*)

Sabido es que el uso en política del término izquierda y derecha es hoy un anacronismo total que hace ya décadas perdió su originaria significación, pero resulta chocante constatar cómo partidos políticos de marcado (al menos en teoría) tinte “progresista”, cuyos dirigentes suelen ser casi siempre profesionales, gente de buen vivir, habitantes de barrios nada marginales, con hijos en buenos colegios privados, es decir, partidos cuya militancia mayoritaria no se diferencia (ni en gustos, ni en hábitos consumistas, ni en nivel cultural) de la tan denostada derecha, defienden cínicamente ese régimen opresor y hambreador sin que se les caiga la cara de vergüenza.

¿Por qué de la corrupción y fracaso en los regímenes “socialistas”, como la que ha existido, existe y denuncio aquí de la Cuba castrista, nunca les interesó ocuparse? ¿por qué gobernantes e intelectuales “izquierdistas” insisten en conducirnos por esa vía? ¿por qué no son fieles a los patrones morales de su ideología, y se ocupan también de denunciar los abusos, crímenes, fracasos y corruptelas de los “gobiernos afines”? ¿por qué hay en ellos esa especie de consenso general que perdona en la izquierda lo que sanciona en la derecha? ¿por qué existe esa matriz de opinión, en círculos intelectuales y políticos que dicen ser “progresistas” y presumen de una sensibilidad social a toda prueba?.

Curiosamente, la forma más fácil de identificar a un sociata-progre de estos a los que me refiero, es ver como al admitir (de estar inexcusablemente forzado a hacerlo) algún crimen de la tiranía secular que esclaviza Cuba, en lugar de denunciar al comunismo como tal, clama: ¡eso es fascismo puro!, es decir, el fascismo es lo malo por antonomasia, el comunismo sigue siendo por principio bueno no importa lo que hagan los Castro-comunistas. De hecho, cada vez que un comunista comete un crimen, eso no demuestra que sea criminal, sino que el camarada han sufrido una desviación fascista. Sólo lo fascista es malo y lo malo siempre es fascismo aunque lo perpetre un comunista, la idea es admitir los hechos que son inocultables, pero dejando intacta la franquicia del comunismo internacional y su coligado de siempre el socialismo. (4*)

En este saco de complicidades están también metidos (todo hay que decirlo) la práctica totalidad de los gobiernos latinoamericanos y muchos globales, que con las excepciones de turno de los “gorilismos” del pasado en el cono sur americano y alguno más en el resto del mundo, han alcahueteado desde 1969 la tiranía del barbudo, unos por el inconfesable y secular complejo de inferioridad anti yanki y los demás por la indignidad y cinismo de las “razones de estado”. En todo caso el cordero del sacrificio siempre ha sido el pueblo cubano.

El “caso cubano” es realmente único en su género. No se trata como en China o algún otro país ex-comunista, de negarle a sus compatriotas derechos humanos elementales a cambio de elevarles el nivel de vida material, con un acelerado crecimiento en el marco de un mercado liberal. Se trata de algo mucho más “peculiar”: les amputan las libertades ciudadanas a su mínima expresión y de propina los condenan a una vida de miseria y decadencia continuada.

Es increible que después de casi seis décadas miserables, inmorales, criminales, corruptas, hambreadoras y emputecidas, todavía hoy Fidel Castro tenga el desparpajo de pontificar consejos sobre lo que se debería o no hacer en las mismas materias de que adolece precisamente su país Cuba. Seguro estoy que estos “progres” que enciendes cirios en la capilla totalitaria fidelista y que tantos elogios le dedican al decano de dictadores por antonomasia, no soportarían vivir en Cuba más de una semana como lo hacen los cubanitos de a pie.

Me he limitado a relatarles algunos cuentos de la Cuba de hoy, cuentos que he acompañado de material fotográfico reciente que sirve como respaldo testimonial de lo que escribo, cuentos que quedarán para la antología de la mayor estafa continuada económica-politica-social-cultural y moral sufrida, al menos que uno sepa, en el continente americano en toda su historia, cuentos que desde hace mucho sé y me constan.

Mientras tanto y ante todo lo que aquí les digo que sucede en la postrada Cuba de la dinastía Castro y que forma parte de su “normal cotidianidad”, el pueblo cubano tiene un dicho que repite hasta el cansancio y que de alguna manera define y resume las penurias de su existencia miserable: no hay más ná.

Y colorín colorado, este cuento no ha acabado…

Cantaclaro


(1*) El planchado es una especie de envase de cartón que contiene 1/3 litro de ron blanco, un aguardiente sin ninguna refinación. La chispa de tren es un alcohol de bodega sumamente tóxico que provoca nauseas, vomito y perdidas de memoria. Se le llama sarcásticamente “chispa de tren” porque el sujeto después de ingerirlo sufre alucinaciones de estar viendo chispas como salidas de las ruedas de un tren cuando friccionan sobre los rieles. Estas bebidas son de fácil adquisición por lo baratas y constituyen una verdadera epidemia.

(2*) Sirve para mal vivir 12 días al mes, el resto lo tienen que “resolver” por el mercado subterráneo y el robo. Ya no pueden financiarla y no hay manera de elevar la producción nacional de alimentos en el corto plazo.

(3*) La Cuba castrista “castrada social, política y culturalmente”, cuenta con una Constitución que pretende legitimar un régimen tiránico que consagra el desvergonzado principio de la “legalidad socialista”. Las decisiones del gobierno se basan en el ordenamiento jurídico sancionado por un poder totalitario. En Cuba se celebran “elecciones” para simular que allí funciona una verdadera democracia popular. Obviamente, todas las elecciones que han tenido lugar en la Isla desde hace casi seis décadas son absolutamente controladas, no son auténticas elecciones. Sólo participan los candidatos del régimen, osea, no existe oposición alguna pues no hay libertad política, se trata de un Estado militante con una ideología hegemónica que niega el pluralismo político y la alternabilidad en el poder. Son sencillamente funciones de circo, donde los electores votan por candidatos únicos de partido único que curiosamente ganan siempre por el 99%. Quieren, por supuesto sin lograrlo, hacer creer al mundo que en Cuba se vive una democracia “ordenada y diferente”, debe ser para ahorrarle “penosos agobios” a los electores y así evitarles la dura tarea de elegir a quien uno quiera.

(4*) La llamada izquierda internacional (por lo menos desde que yo tengo uso de razón) dada su cercanía con el modelo estatal de la extinta Unión Soviética, omitió cínicamente (y lo sigue haciendo) la condena a la dinástica dictadura castrista ¿pragmatismo político?… hipocresía y desvergüenza como para sonrojar al mismísimo Maquiavelo.


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